La asfixia se trata con una serie de procedimientos diferentes, que forman el manejo de la vía aérea. Esto consiste en técnicas básicas disponibles para los primeros auxilios y técnicas más avanzadas disponibles para los profesionales de la salud.
- Tratamiento básico (primeros auxilios)Edit
- TosEditar
- Golpes en la espalda (Back slaps)
- Empujes abdominales (Maniobra de Heimlich)Editar
- Pulsiones torácicasEditar
- Estrategia “Cinco y Cinco “Editar
- Dispositivos antiasfixiaEditar
- Víctimas inconscientesEditar
- Sobre el barrido con los dedos en víctimas inconscientesEditar
- En poblaciones especialesEditar
- Bebés (menores de 1 año)Editar
- Personas embarazadas o demasiado obesasEditar
- Personas discapacitadas en silla de ruedasEditar
- AutotratamientoEditar
- Tratamiento avanzadoEditar
Tratamiento básico (primeros auxilios)Edit
El tratamiento básico del atragantamiento incluye una serie de técnicas no invasivas para ayudar a eliminar los cuerpos extraños de las vías respiratorias. La mayoría de los protocolos modernos, incluidos los de la Asociación Americana del Corazón y la Cruz Roja Americana, recomiendan varias etapas, diseñadas para aplicar cada vez más presión. Para la víctima de asfixia consciente, la mayoría de los protocolos recomiendan animar a la víctima a toser, seguido de fuertes palmadas en la espalda y, si nada de esto funciona, empujones abdominales (maniobra de Heimlich) o empujones en el pecho. Una vez que la víctima de asfixia pierde el conocimiento, se recomienda iniciar la RCP.
TosEditar
Si la persona que se está asfixiando está consciente y tose, la Cruz Roja Americana recomienda animar a la persona a mantener la calma y seguir tosiendo libremente, y puede ser más fácil tomar aire por la nariz para rellenar los pulmones. Si la persona que se está ahogando no puede toser o si la tos no es eficaz, la Cruz Roja Americana recomienda pasar a otros métodos, que se detallan a continuación.
Golpes en la espalda (Back slaps)
Muchas asociaciones, como la Cruz Roja Americana y la Clínica Mayo, recomiendan el uso de golpes en la espalda (back slaps) para ayudar en el rescate de víctimas de asfixia. Esta técnica comienza doblando a la víctima de asfixia hacia adelante tanto como sea posible, incluso tratando de colocar su cabeza más baja que el pecho, para evitar el riesgo de que las palmadas puedan introducir el objeto más profundamente en la garganta de la persona (es una complicación rara, pero posible). La flexión es en la espalda, el cuello no debe estar excesivamente doblado. Los golpes en la espalda se realizan dando fuertes bofetadas con el talón de la mano en la espalda de la víctima, entre los omóplatos.
Las bofetadas en la espalda empujan detrás de la obstrucción, pudiendo desalojar el objeto extraño. En algunos casos, la vibración física de la acción puede provocar un movimiento suficiente del objeto para ayudar al paciente a despejar las vías respiratorias.
Empujes abdominales (Maniobra de Heimlich)Editar
Los empujes abdominales se realizan con el reanimador situado detrás de la víctima de la asfixia. El reanimador cierra su mano hábil, la agarra con la otra y presiona con fuerza hacia dentro y hacia arriba con ambas sobre la zona situada entre el pecho y el ombligo de la víctima. La presión no se enfoca directamente contra las costillas, para evitar romper alguna de ellas. Si el primer empujón no resuelve la asfixia, puede repetirse varias veces. No se recomienda el uso de las compresiones abdominales en bebés menores de 1 año por el riesgo de causarles lesiones; existen técnicas adaptadas para ellos (ver más adelante). Tampoco se deben utilizar las compresiones abdominales cuando el abdomen del paciente presenta problemas para recibirlas, como el embarazo o un tamaño excesivo; entonces se aconsejan las compresiones torácicas (véase más adelante).
La finalidad de las compresiones abdominales es crear una presión capaz de expulsar el objeto alojado hacia arriba en la vía aérea, aliviando la obstrucción. Este método fue descubierto por el Dr. Henry Heimlich en 1974, por lo que se conoce como “La Maniobra de Heimlich”. El Dr. Henry Heimlich afirmó que su maniobra era mejor que los golpes en la espalda, argumentando que los golpes en la espalda podían hacer que la obstrucción se alojara más profundamente en las vías respiratorias de la víctima. Esa afirmación inició un debate en la comunidad médica, que acabó con la recomendación de alternar ambas técnicas, pero haciendo que el paciente doblara la espalda antes de recibir los golpes. Así, la Maniobra de Heimlich propiamente dicha utiliza sólo empujes abdominales, pero también forma parte de los protocolos antiasfixia que incluyen la técnica de los golpes en la espalda (back slaps).
Pulsiones torácicasEditar
Cuando no se pueden realizar pulsiones abdominales a la víctima (en caso de víctimas embarazadas o demasiado obesas, y otras) se aconsejan las pulsiones torácicas en su lugar.
Las pulsiones torácicas se realizan con el reanimador de pie detrás de la víctima de asfixia. El reanimador cierra su mano hábil y la agarra con la otra mano. Esto puede producir varios tipos de puños, pero cualquiera de ellos puede ser válido si se puede colocar en el pecho de la víctima sin hundir allí un nudillo de forma demasiado dolorosa. Manteniendo el puño con ambas manos, el socorrista lo utiliza para presionar con fuerza hacia dentro en la mitad inferior del hueso del pecho (aproximadamente), pero no en el mismo extremo (que es la apófisis xifoides). Cabe señalar, como referencia general, que, cuando la víctima es una mujer, la zona de presión de los empujes torácicos sería normalmente superior al nivel de los senos. La presión no se concentra contra la apófisis xifoides, para evitar romperla. Si el primer empujón no resuelve el atragantamiento, puede repetirse varias veces.
Estrategia “Cinco y Cinco “Editar
La Cruz Roja Americana recomienda un protocolo de alternancia de cinco golpes en la espalda y cinco empujes abdominales para las víctimas de atragantamiento consciente hasta que se desaloje el objeto que bloquea las vías respiratorias. Para las víctimas embarazadas o demasiado obesas, el protocolo es el mismo, pero se aconsejan los golpes en el pecho en lugar de los abdominales. Si la víctima queda inconsciente, se recomienda la RCP básica. De todos modos, es conveniente que alguien llame a los servicios médicos de emergencia antes de que ocurra.
La Cruz Roja no se refiere específicamente a su protocolo para víctimas de asfixia como la “Técnica de los Cinco y Cinco”, y difiere de la Maniobra de Heimlich ya que incluye la administración de golpes en la espalda a la víctima, al contrario que el Dr. Heimlich, que omitía específicamente los golpes en la espalda y se basaba únicamente en su técnica.
Dispositivos antiasfixiaEditar
Desde 2015, se han desarrollado y lanzado al mercado varios dispositivos antiasfixia. El diseño de estos dispositivos se basa en un efecto mecánico de vacío, sin necesidad de baterías o corriente eléctrica. Suelen presentar una máscara adjunta, para hacer el vacío desde la nariz y la boca del paciente. Los modelos actuales de dispositivos antiasfixia son bastante similares: una herramienta de émbolo directo (LifeVac), o una jeringa de vacío (backward syringe) que mantiene la lengua en su sitio introduciendo un tubo en la boca (Dechoker). Hay otros modelos mecánicos en desarrollo, como el Lifewand, que hace el vacío por presión directa contra la cara del paciente mediante un botón. Según una revisión sistemática realizada en 2020 sobre la eficacia de estos tres dispositivos, “hay muchos puntos débiles en los datos disponibles y pocos ensayos imparciales que prueben la eficacia de los dispositivos de aspiración antiasfixia, por lo que las pruebas son insuficientes para apoyar o desaconsejar su uso. Los profesionales deben seguir adhiriéndose a las directrices elaboradas por las autoridades locales de reanimación que se alinean con las recomendaciones del ILCOR”.
Víctimas inconscientesEditar
Cuando una víctima de asfixia queda inconsciente, es obligatorio llamar a los servicios médicos de emergencia si aún no se ha hecho.
Por lo demás, una víctima de asfixia inconsciente debe recibir un tratamiento de primeros auxilios similar al de cualquier otro paciente que no respire: una reanimación cardiopulmonar (RCP), alternando series de unas 30 compresiones (en la mitad inferior del tórax) con series de 2 respiraciones de rescate (pellizcando la nariz de la víctima e insuflando aire dentro de la boca; también es posible inclinar la cabeza de la víctima hacia arriba o hacia abajo y dar 2 respiraciones adicionales, para que el aire pueda encontrar una entrada a través de la obstrucción). La diferencia entre la RCP en víctimas de asfixia y una RCP normal es que la RCP en víctimas de asfixia incluye un intento de retirar el objeto que obstruye (principalmente utilizando el barrido con los dedos cuando el objeto ya es visible) al final de cada serie de compresiones. Las compresiones torácicas de la reanimación cardiopulmonar (RCP) producen casualmente el mismo efecto antiasfixia que la técnica de empuje torácico, por lo que la propia RCP podría expulsar el objeto. Si se expulsa el objeto y se retira a continuación, la RCP debe continuar hasta que la víctima recupere la respiración. Los bebés (menores de 1 año) requieren una adaptación especial del procedimiento (que se describe más adelante).
Un dispositivo antiasfixia puede desobstruir las vías respiratorias de las víctimas inconscientes, pero no necesariamente puede sacar el objeto que las obstruye de la boca (puede necesitar una extracción manual). De todos modos, la víctima requerirá después reanimación cardiopulmonar (RCP), como se ha descrito anteriormente, pero sólo alternando las 30 compresiones y las 2 respiraciones de rescate.
Sobre el barrido con los dedos en víctimas inconscientesEditar
En víctimas inconscientes de asfixia, la Asociación Médica Americana aboga por barrer con los dedos la parte posterior de la garganta para intentar desalojar las obstrucciones de las vías respiratorias. Sin embargo, muchos protocolos modernos desaconsejan el uso del barrido con los dedos. Los procedimientos de la Cruz Roja indican específicamente a los reanimadores que no realicen un barrido con los dedos a menos que se pueda ver claramente un objeto en la boca de la víctima, debido al riesgo de que la obstrucción se introduzca más profundamente en las vías respiratorias de la víctima. Otros protocolos sugieren que si el paciente está consciente podrá retirar el objeto extraño por sí mismo, o si está inconsciente, el reanimador debe simplemente colocarlo en posición de recuperación, ya que esto permite (hasta cierto punto) el drenaje de fluidos por la boca en lugar de por la tráquea debido a la gravedad. También existe el riesgo de causar más daños (por ejemplo, inducir el vómito) al utilizar una técnica de barrido con los dedos. No hay estudios que hayan examinado la utilidad de la técnica de barrido con los dedos cuando no hay ningún objeto visible en la vía aérea. Las recomendaciones para el uso del barrido con los dedos se han basado en pruebas anecdóticas.
En poblaciones especialesEditar
Bebés (menores de 1 año)Editar
En el caso de los bebés (menores de 1 año), la Asociación Americana del Corazón recomienda realizar ciclos de golpes en la espalda (5 palmadas en la espalda) seguidos de compresiones torácicas (5 compresiones torácicas, que se adaptan).
En los golpes en la espalda, se recomienda que, antes de aplicarlos, el bebé esté ligeramente inclinado boca abajo, siendo sostenido por un antebrazo del reanimador y su respectiva mano (la cabeza del bebé debe ser sostenida cuidadosamente en esta maniobra, generalmente desde la mandíbula). Para lograr esta posición, el reanimador puede sentarse en cualquier asiento con el bebé, de modo que el cuerpo del bebé (sostenido por el antebrazo y la mano del reanimador) pueda apoyarse a lo largo de los muslos del reanimador. Como alternativa a esto (en caso de que el bebé sea demasiado grande o cualquier otro problema), el rescatador puede sentarse en una cama o sofá, o incluso en el suelo (cuando no hay ningún asiento cerca), apoyando en el regazo el cuerpo del bebé, para hacer la inclinación al revés desde el regazo, a la derecha o a la izquierda. Si el reanimador no puede sentarse, al menos podría intentar hacer la maniobra a baja altura sobre una superficie blanda (para reducir una posible caída). En caso de que las opciones anteriores no sean posibles, pero el reanimador sea lo suficientemente hábil, puede arrodillarse sobre una rodilla, y colocar el cuerpo del bebé a lo largo del muslo que está más alto (con el antebrazo aún apoyando entre el muslo y el bebé), para que el bebé pueda inclinarse un poco adelantando ese muslo. Cuando el bebé ya está inclinado (utilizando cualquiera de los sistemas), el reanimador aplica las palmadas.
En la maniobra de empuje del pecho, el cuerpo del bebé se coloca tumbado. A continuación, el reanimador realiza las compresiones sobre el tórax, presionando con sólo dos dedos en su mitad inferior (la más cercana al abdomen). Las compresiones abdominales no se recomiendan en niños menores de 1 año, porque pueden causar daños en el hígado.
Los ciclos de 5 golpes en la espalda y 5 compresiones en el pecho se alternan hasta que el objeto sale de las vías respiratorias del bebé o hasta que éste queda inconsciente.
Si el bebé queda inconsciente, la Asociación Americana del Corazón recomienda iniciar una reanimación cardiopulmonar (RCP), que debe adaptarse a los bebés. En ese procedimiento, se coloca al bebé boca arriba sobre una superficie horizontal, con la cabeza en posición recta (inclinar demasiado la cabeza del bebé hacia atrás puede cerrar el acceso a la tráquea). A continuación, debe aplicarse un ciclo alternado de 30 compresiones torácicas (pero modificadas: el reanimador presiona con sólo dos dedos en la parte inferior del esternón), y 2 respiraciones de rescate (también modificadas: la boca del reanimador insufla aire cubriendo la boca y la nariz del bebé al mismo tiempo). Entre las compresiones torácicas y las respiraciones de rescate, el reanimador mira dentro de la boca buscando si el objeto que obstruye ha salido (por el efecto de las compresiones) y, si es visible, intenta extraerlo (principalmente con un barrido de dedos). Si se extrae el objeto, la reanimación cardiopulmonar continúa hasta que se recupere con éxito la respiración del bebé o hasta que lleguen los servicios médicos.
Personas embarazadas o demasiado obesasEditar
La Asociación Americana del Corazón recomienda las compresiones torácicas en lugar de las abdominales para las personas embarazadas o demasiado obesas que se atragantan. Las compresiones torácicas se realizan de forma similar a las compresiones abdominales, pero con las manos colocadas en la parte inferior del pecho de la víctima de asfixia, en la mitad inferior del esternón, en lugar de sobre el centro del abdomen, como en las compresiones abdominales tradicionales. A continuación, se aplican fuertes empujones hacia dentro. Como referencia, en las mujeres, la zona de presión de los empujes torácicos (la mitad inferior del esternón) estaría normalmente por encima del nivel de los senos. Los empujes torácicos pueden alternarse con golpes en la espalda (palmadas en la espalda), que se aplican en la espalda de la víctima cuando está muy inclinada hacia delante.
Personas discapacitadas en silla de ruedasEditar
Si la víctima de asfixia es una persona discapacitada y utiliza una silla de ruedas, el procedimiento de primeros auxilios es bastante similar que en el caso de las demás víctimas. La diferencia estriba en tratar de aplicar las técnicas directamente, mientras la víctima sigue sentada en la silla de ruedas.
Los golpes en la espalda (palmadas en la espalda) pueden utilizarse después de haber doblado hacia delante la espalda de la víctima, en la medida de lo posible. Para realizar los golpes abdominales (maniobra de Heimlich), la espalda de la víctima debe estar doblada también, y el reanimador tiene que colocarse detrás de la silla de ruedas. Entonces, el reanimador puede abrazar el abdomen de la víctima desde atrás y hacia arriba, apoyándose en la parte superior del respaldo de la silla de ruedas. Si esto es demasiado difícil, el reanimador puede bajarse para abrazar el abdomen de la víctima y el respaldo de la silla de ruedas juntos. Lo mismo puede intentarse desde un lado o de otra manera. Por último, el reanimador tiene que aplicar las presiones bruscas hacia dentro y hacia arriba en el abdomen. Hay que recordar que, si la víctima no puede recibir empujes abdominales (es el caso de las personas embarazadas o demasiado obesas), hay que utilizar en su lugar empujes torácicos. Se aplican también mientras la víctima está en la silla de ruedas, pero haciendo presiones bruscas hacia dentro de la parte inferior del tórax contra el respaldo de la silla y el cuerpo del reanimador. Si hay dificultades para ello, se puede intentar la misma maniobra desde un lado o de otra manera.
Debido a las dificultades adicionales para ayudar a los discapacitados, es conveniente evitar colocarlos en espacios demasiado estrechos y encajonados a la hora de comer. Los espacios abiertos facilitan el acceso de los socorristas.
La presencia de un dispositivo antiasfixia a mano puede ser especialmente útil cuando una persona discapacitada está cerca.
AutotratamientoEditar
La Maniobra de Heimlich (empujes abdominales) puede realizarse o puede autoadministrarse. La autoadministración de esta maniobra requiere la colocación del propio abdomen sobre una silla, barandilla o encimera y la conducción del abdomen sobre el objeto con un empuje agudo y ascendente. Esto sirve como sustituto de los empujes realizados con las manos por otra persona. Un estudio demostró que estos empujes abdominales autoadministrados eran tan eficaces como los realizados por otra persona, aunque en el estudio no se incluyeron individuos obesos. Por otra parte, múltiples fuentes de evidencia sugieren que uno de los enfoques prometedores para el autotratamiento durante el atragantamiento podría ser la aplicación de la posición cabeza abajo (inversa).
Por otra parte, el uso de un dispositivo antiatragantamiento moderno es una de las mejores opciones, y más realistas, para el autotratamiento en caso de sufrir un episodio grave de atragantamiento.
Tratamiento avanzadoEditar
Existen muchos tratamientos médicos avanzados para aliviar el atragantamiento o la obstrucción de las vías respiratorias. Estos incluyen la inspección de las vías respiratorias con un laringoscopio o broncoscopio y la extracción del objeto bajo visión directa. Los casos graves en los que no se puede extraer el objeto pueden requerir una cricotirotomía (traqueotomía de emergencia). La cricotirotomía consiste en hacer una incisión en el cuello del paciente e introducir un tubo en la tráquea para desviar las vías respiratorias superiores. Este procedimiento suele realizarse sólo cuando han fallado otros métodos. En muchos casos, una traqueotomía de emergencia puede salvar la vida del paciente, pero si se realiza de forma incorrecta, puede acabar con su vida.