30.2.1: La Revolución Rusa de 1905

La Revolución Rusa de 1905 fue una oleada de descontento político y social de masas que se extendió por amplias zonas del Imperio Ruso, algunas de las cuales estaban dirigidas al gobierno. Incluyó huelgas de trabajadores, disturbios de campesinos y amotinamientos militares y condujo a la reforma constitucional, incluyendo el establecimiento de la Duma Estatal, el sistema multipartidista y la Constitución rusa de 1906.

Causas de los disturbios

Según Sidney Harcave, autor de La revolución rusa de 1905, cuatro problemas de la sociedad rusa contribuyeron a la revolución. En primer lugar, los campesinos recién emancipados ganaban demasiado poco y no se les permitía vender o hipotecar las tierras que les habían sido asignadas. En segundo lugar, las minorías étnicas estaban resentidas con el gobierno a causa de su “rusificación”, la discriminación y la represión, tanto social como formal, como la prohibición de votar y servir en la Guardia o la Marina y la limitación de la asistencia a las escuelas. En tercer lugar, una incipiente clase obrera industrial estaba resentida con el gobierno por hacer muy poco para protegerla, al prohibir las huelgas y los sindicatos. Por último, la clase educada fomentó y difundió ideas radicales después de que la relajación de la disciplina en las universidades permitiera el crecimiento de una nueva conciencia entre los estudiantes.

Tomadas individualmente, estas cuestiones podrían no haber afectado al curso de la historia rusa, pero juntas crearon las condiciones para una revolución potencial. El historiador James Defronzo escribe: “A principios de siglo, el descontento con la dictadura del zar se manifestó no sólo a través del crecimiento de los partidos políticos dedicados al derrocamiento de la monarquía, sino también a través de las huelgas industriales para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo, las protestas y los disturbios entre los campesinos, las manifestaciones universitarias y el asesinato de funcionarios del gobierno, a menudo realizado por los revolucionarios socialistas.”

Inicio de la Revolución

En diciembre de 1904, se produjo una huelga en la planta de Putilov (un proveedor de ferrocarriles y artillería) en San Petersburgo. Las huelgas de simpatía en otras partes de la ciudad elevaron el número de huelguistas a 150.000 trabajadores en 382 fábricas. Para el 21 de enero de 1905, la ciudad no tenía electricidad y se interrumpió la distribución de periódicos. Todas las áreas públicas fueron declaradas cerradas.

El controvertido sacerdote ortodoxo Georgy Gapon, que dirigía una asociación de trabajadores patrocinada por la policía, encabezó una enorme procesión de trabajadores hasta el Palacio de Invierno para entregar una petición al zar el domingo 22 de enero de 1905. Las tropas que custodiaban el palacio recibieron la orden de decir a los manifestantes que no pasaran de un punto determinado, según Sergei Witte, y en algún momento las tropas abrieron fuego contra los manifestantes, causando entre 200 y 1.000 muertos. El suceso se conoció como el Domingo Sangriento y es considerado por muchos estudiosos como el inicio de la fase activa de la revolución.

Los sucesos de San Petersburgo provocaron la indignación de la población y una serie de huelgas masivas que se extendieron rápidamente por los centros industriales del Imperio Ruso. Los socialistas polacos convocaron una huelga general. A finales de enero de 1905, más de 400.000 trabajadores de la Polonia rusa estaban en huelga. La mitad de los trabajadores industriales de la Rusia europea hicieron huelga en 1905, y el 93,2% en Polonia. También hubo huelgas en Finlandia y en la costa del Báltico.

Los grupos nacionalistas estaban enfadados por la rusificación emprendida desde Alejandro II. Los polacos, los finlandeses y las provincias bálticas buscaban la autonomía y la libertad para utilizar sus lenguas nacionales y promover sus propias culturas. Los grupos musulmanes también se mostraron activos: el Primer Congreso de la Unión Musulmana tuvo lugar en agosto de 1905. Algunos grupos aprovecharon la oportunidad para resolver sus diferencias entre ellos y no con el gobierno. Algunos nacionalistas emprendieron pogromos antijudíos, posiblemente con ayuda del gobierno, y en total fueron asesinados más de 3.000 judíos.

El apogeo de la Revolución

El 18 de febrero, el zar Nicolás II acordó la creación de una Duma Estatal del Imperio Ruso con poderes únicamente consultivos. Cuando se revelaron sus escasos poderes y los límites del electorado, el malestar se redobló. Se formó el Soviet de San Petersburgo, que convocó una huelga general en octubre, la negativa a pagar impuestos y la retirada de los depósitos bancarios.

En junio y julio de 1905 se produjeron numerosas revueltas campesinas en las que los campesinos se apoderaron de tierras y herramientas. Los disturbios en la Polonia del Congreso, controlada por Rusia, culminaron en junio de 1905 con la insurrección de Łódź. Sorprendentemente, sólo se registró la muerte de un terrateniente. Se infligió mucha más violencia a los campesinos fuera de la comuna con 50 muertes registradas.

El Manifiesto de Octubre, escrito por Sergei Witte y Alexis Obolenskii, fue presentado al Zar el 14 de octubre. Seguía de cerca las demandas del Congreso del Zemstvo de septiembre, concediendo derechos civiles básicos, permitiendo la formación de partidos políticos, ampliando el sufragio universal y estableciendo la Duma como órgano legislativo central. El zar esperó y discutió durante tres días, pero finalmente firmó el manifiesto el 30 de octubre de 1905, alegando su deseo de evitar una masacre y su comprensión de que no se disponía de suficiente fuerza militar para seguir otras opciones. Se arrepintió de haber firmado el documento, diciendo que se sentía “enfermo de vergüenza por esta traición a la dinastía… la traición fue completa”.

Cuando se proclamó el manifiesto, hubo manifestaciones espontáneas de apoyo en todas las ciudades importantes. Las huelgas en San Petersburgo y en otros lugares terminaron oficialmente o se hundieron rápidamente. También se ofreció una amnistía política. Las concesiones vinieron acompañadas de una renovada y brutal acción contra los disturbios. También hubo una reacción de los elementos conservadores de la sociedad, con ataques de la derecha contra los huelguistas, los izquierdistas y los judíos.

Mientras los liberales rusos estaban satisfechos con el Manifiesto de Octubre y se preparaban para las próximas elecciones a la Duma, los socialistas radicales y los revolucionarios denunciaban las elecciones y llamaban a un levantamiento armado para destruir el Imperio.

Una parte del levantamiento de noviembre de 1905 en Sebastopol, encabezado por el teniente de navío retirado Pyotr Schmidt, estaba dirigida contra el gobierno, mientras que otra parte no estaba dirigida. Incluyó terrorismo, huelgas de trabajadores, disturbios de campesinos y motines militares, y sólo fue reprimido tras una feroz batalla. El ferrocarril Trans-Baikal cayó en manos de comités de huelguistas y de soldados desmovilizados que regresaban de Manchuria tras la guerra ruso-japonesa. El zar tuvo que enviar un destacamento especial de tropas leales a lo largo del ferrocarril transiberiano para restablecer el orden.

Entre el 5 y el 7 de diciembre hubo otra huelga general de los trabajadores rusos. El gobierno envió tropas el 7 de diciembre, y comenzó una amarga lucha calle por calle. Una semana después, se desplegó el Regimiento Semyonovsky, que utilizó la artillería para disolver las manifestaciones y bombardear los barrios obreros. El 18 de diciembre, con cerca de mil personas muertas y partes de la ciudad en ruinas, los trabajadores se rindieron. Tras un último espasmo en Moscú, los levantamientos terminaron.

Revolución rusa de 1905: Una locomotora volcada por trabajadores en huelga en el principal depósito ferroviario de Tiflis en 1905.

Resultados

Según las cifras presentadas en la Duma por el profesor Maksim Kovalevsky, en abril de 1906, más de 14.000 personas habían sido ejecutadas y 75.000 encarceladas.

Después de la Revolución de 1905, el zar hizo los últimos intentos por salvar su régimen y ofreció reformas similares a las de la mayoría de los gobernantes presionados por un movimiento revolucionario. Los militares se mantuvieron leales durante toda la Revolución de 1905, como lo demuestra el hecho de que fusilaran a los revolucionarios cuando se lo ordenó el zar, lo que dificultó su derrocamiento. Estas reformas se esbozaron en un precursor de la Constitución de 1906 conocido como el Manifiesto de Octubre, que creó la Duma Imperial. La Constitución rusa de 1906, también conocida como las Leyes Fundamentales, estableció un sistema multipartidista y una monarquía constitucional limitada. Los revolucionarios fueron sofocados y quedaron satisfechos con las reformas, pero no fue suficiente para evitar la revolución de 1917 que más tarde derrocaría el régimen del Zar.

Atribuciones

• La Revolución Rusa de 1905
  • “Duma Estatal (Imperio Ruso)”. https://en.wikipedia.org/wiki/State_Duma_(Russian_Empire). Wikipedia CC BY-SA 3.0.
  • “Revolución rusa de 1905”. https://en.wikipedia.org/wiki/1905_Russian_Revolution. Wikipedia CC BY-SA 3.0.
  • “Constitución rusa de 1906”. https://en.wikipedia.org/wiki/Russian_Constitution_of_1906. Wikipedia CC BY-SA 3.0.
  • “Rusificación”. https://en.wikipedia.org/wiki/Russification. Wikipedia CC BY-SA 3.0.
  • “Tiflis_rail_strike_1905.jpg”. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Tiflis_railway_strike_1905.jpg. Wikimedia Commons Dominio público.