Las liebres pardas (izquierda) se confunden a menudo con los conejos (derecha), aunque en realidad son muy diferentes en muchos aspectos. Las liebres son mucho más grandes, con orejas más largas y de punta negra y patas traseras más poderosas. También tienen un estilo de vida bastante diferente al del conejo.

El principal hábitat de la liebre marrón en Gran Bretaña son las tierras de cultivo abiertas. A diferencia de los conejos, las liebres no cavan ni excavan en el suelo, sino que viven toda su vida en la superficie. No tienen un “hogar” concreto y duermen en cualquier lugar adecuado, cambiando continuamente de sitio.

Cuando una liebre descansa, suele raspar la vegetación y luego se tumba en la tierra desnuda. En el lugar donde se ha tumbado la liebre, se hace una depresión poco profunda, que es un poco más profunda y ancha en la parte trasera que en la delantera. Esto se conoce como “forma”. Suelen hacerse al abrigo de una mata de hierba o de una roca que proteja del viento. Las formas que se utilizan para dar a luz a las crías pueden estar forradas con pieles que la madre ha arrancado de su propio abrigo de pieles.

	Las liebres pueden tener entre 2 y 4 camadas de crías al año, normalmente entre febrero y septiembre. Las crías nacen al aire libre, con un pelaje completo y los ojos abiertos. Las liebres jóvenes se conocen como lebratos (izquierda) y cada una de las crías de una camada quedará en una forma separada de la suya. Son capaces de abandonar su lugar de nacimiento muy pronto después de haber nacido.
	Las liebres se protegen en sus formas tumbadas tan quietas como una estatua, arrimadas al suelo con las orejas planas a lo largo del lomo. Una liebre no se moverá hasta el último momento antes de ser descubierta, ya que su mejor defensa reside en la quietud y el camuflaje.
	Una vez levantada, puede correr increíblemente rápido, hasta 35 millas por hora, aunque esto se guarda para la huida y, por lo general, van haciendo galope a un ritmo mucho más pausado.

En marzo y abril, las liebres se vuelven locas, saltando y persiguiéndose. A veces también celebran “combates de boxeo”. Dos liebres (normalmente un macho y una hembra) se levantan sobre sus patas traseras, cara a cara, y boxean entre ellas. Este peculiar comportamiento primaveral es el origen de la expresión ‘Loco como una liebre de marzo’.

Las liebres marrones son principalmente nocturnas y son muy difíciles de contar porque son muy tímidas y difíciles de ver cuando están ocultas en sus formas. Por ello, nadie está seguro de cuántas liebres hay en Gran Bretaña, ni siquiera en Devon. Sin embargo, todo indica que su número ha disminuido en el último siglo.

Las liebres marrones se encuentran por todo Devon en pequeñas áreas locales. No se encuentran en el Centro Educativo del Bosque en Offwell porque el hábitat no es ideal para las liebres. Sin embargo, se pueden encontrar en los alrededores, prefiriendo los campos grandes y abiertos en las tierras de cultivo. Las liebres marrones también se ven favorecidas por tener una diversidad de cultivos en su área inmediata, en lugar de sólo hierba.

Es probable que los cambios en los métodos de cultivo de los últimos 50 años hayan tenido un gran impacto en las poblaciones de liebres. En particular, el cambio de cortar la hierba varias veces al año para hacerla ensilar, en lugar de dejarla crecer mucho más tiempo y convertirla en heno, habrá tenido un efecto. Esto se debe a que las liebres son especialmente vulnerables a la maquinaria de corte en los campos de hierba.

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