Middens

En el pasado, la gente arrojaba sus desperdicios en sitios particulares de manera similar a como lo hacemos hoy. Estos lugares se denominan basureros y son el tesoro arqueológico de cómo vivía la gente.

Los basureros pueden contener restos de alimentos como conchas de marisco, huesos de animales, cenizas de incendios, herramientas rotas y objetos domésticos. Los desechos dejados por la gente en el pasado nos dan una idea de lo que la gente comía y cómo vivía. En Nueva Zelanda, un basurero es el yacimiento arqueológico más común.

¿Qué aspecto tiene un basurero?

La mayoría de los basureros de Nueva Zelanda se encuentran a lo largo de la costa y contienen un gran número de conchas en capas con huesos y cenizas. También pueden contener fragmentos de piedra para fabricar herramientas y anzuelos de hueso. Los medianiles suelen tener el aspecto de un montículo bajo y a menudo se encuentran erosionando las dunas de arena, las orillas de los ríos o los cortes de las carreteras. La presencia de carbón vegetal, piedra quemada o tierra ennegrecida nos indica que es de origen humano y no sólo una acumulación natural de conchas.

Los muladares de Nueva Zelanda de los primeros asentamientos europeos son similares a los antiguos muladares maoríes, pero a menudo contienen huesos de animales domésticos como ovejas, vacas y cerdos. También pueden contener trozos de vidrio o vajilla.

¿Cómo sabemos la antigüedad del basurero?

Si los arqueólogos son capaces de recuperar carbón, huesos o conchas, pueden utilizar técnicas de datación por radiocarbono para estimar la edad del material del basurero. La datación por radiocarbono sólo es posible en materiales que han estado vivos, por lo que no es posible datar herramientas o fragmentos de piedra.

La historia que pueden contar los basureros

El estudio del contenido de los basureros puede mostrar dónde iba la gente a conseguir su comida, qué proporciones de diferentes alimentos componían su dieta y cómo puede haber cambiado en diferentes estaciones o durante largos períodos de tiempo. Por ejemplo, el estudio de los basureros del sur de Nueva Zelanda ha demostrado que los primeros maoríes concentraron su caza en el moa y las focas, que eran ricos en proteínas y grasas, pero más tarde, cuando estos recursos empezaron a escasear, recurrieron al pescado y al marisco, complementados con aves de corral y weka para mantener su dieta

Es gracias al estudio de los basureros que conocemos las especies de aves que se han extinguido, como el moa, el águila de Haast y los cisnes. Los estudios también han demostrado que algunas especies eran abundantes en zonas donde ahora son raras. Por ejemplo, los elefantes marinos y las focas peleteras tenían colonias de cría tan al norte como la península de Coromandel hace 700 años, mientras que ahora se limitan al extremo sur. Las semillas, el polen y el carbón vegetal también pueden informarnos sobre los patrones vegetales del pasado.

Protección de los muladares

Un muladar se define como un yacimiento arqueológico. La Ley de Patrimonio de Nueva Zelanda de 2014 define un “yacimiento arqueológico” como un lugar asociado a la actividad humana anterior a 1900 en el que puede haber pruebas relacionadas con la historia de Aotearoa/Nueva Zelanda. Es ilegal modificar o dañar un yacimiento arqueológico y se debe consultar a los tāngata whenua cuando dichos yacimientos sean culturalmente significativos para los maoríes.

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