Ser un buen fotógrafo es algo más que dominar tu cámara o poseer el mejor equipo fotográfico -digamos una Sony Alpha a7S III, una Leica Q2 o una Fujifilm X100V- y se trata más bien de las cualidades inherentes que permiten a un fotógrafo ver la belleza en los lugares más inesperados y capturar esa belleza en una fotografía.
Entonces, ¿qué hace a un buen fotógrafo? Depende del nicho fotográfico en el que te encuentres. Cada nicho exige diferentes cualidades deseables: los fotógrafos de animales deben saber cómo interactuar y conectar adecuadamente con ellos; los fotógrafos de deportes deben ser rápidos, fuertes y ágiles para conseguir las mejores tomas, etc.
Pero, por supuesto, algunas de estas cualidades siempre se solaparán.
Aquí tienes cinco cualidades deseables que todo buen fotógrafo debe tener:
Creatividad e imaginación
La fotografía, a todos los efectos, es una forma de arte. Por lo tanto, requiere una mente creativa y mucha imaginación. Un buen fotógrafo debe ser capaz de mirar algo ordinario, o incluso extraordinario, y encontrar un millón de maneras diferentes de interpretar lo que está viendo y transmitir esas interpretaciones en fotos hermosas y significativas.
Como ya habrás oído, la composición lo es todo en la fotografía. Incluso si no te preocupa el lado artístico de tu oficio, la composición sigue siendo clave para producir buenas fotografías. Sin duda, algunas reglas básicas de composición pueden guiarte, pero al final del día, la creatividad y la imaginación son las mejores guías para lograr composiciones estelares.
Un ojo para el detalle
Un buen fotógrafo debe tener un ojo muy agudo para el detalle para asegurarse de que todos los elementos dentro de la foto -la iluminación, la composición, el tema, y todo lo demás en el medio- trabajan juntos en armonía para transmitir la visión o el mensaje correcto.
Elementos clave que componen una fotografía:
- Iluminación
- Composición
- Narración
- Emoción
Incluso el más mínimo detalle puede hacer o deshacer una fotografía. Así que tener un ojo para el detalle, y ser meticuloso al escudriñar cada elemento para asegurar la cohesión, es muy importante para producir la fotografía perfecta.
Paciencia y flexibilidad
No importa lo mucho que intentes controlar cada variable, las cosas simplemente no saldrán como quieres a veces. Habrá días en los que la iluminación no cooperará, en los que tus modelos o clientes serán excepcionalmente difíciles, o en los que tu cámara simplemente no te dará los resultados deseados.
Y, por supuesto, habrá momentos en los que tendrás que hacer mil millones de fotos sólo para conseguir una foto perfecta.
Sea cual sea el campo de la fotografía en el que te encuentres, la paciencia (mucha) es siempre una cualidad esencial que debes tener. Hay que tener la suficiente paciencia para esperar la iluminación perfecta. Hay que tener la suficiente paciencia para lidiar con bebés que lloran, animales hiperactivos y clientes difíciles. Y, sobre todo, hay que tener la paciencia suficiente para seguir intentándolo cuando simplemente no se consigue la foto adecuada.
Además de paciencia, también hay que ser flexible. Ambas cualidades van de la mano: hay que ser lo suficientemente paciente como para enfrentarse a cualquier cosa que surja, y hay que ser lo suficientemente flexible como para sacar lo mejor de las condiciones no deseadas.
Habilidad con la gente
Ser un fotógrafo profesional significa trabajar con gente, ya sea un cliente, un modelo o incluso un compañero fotógrafo. Por lo tanto, para ser un buen fotógrafo hay que tener don de gentes: es una de las cualidades esenciales del fotógrafo. También necesitarás hacer contactos para conseguir clientes y colaboraciones, por lo que es imprescindible saber cómo conectar y comunicarse eficazmente con los demás.
Cuando se fotografía a personas, no basta con saber hacer una buena foto. También hay que saber cómo interactuar con los sujetos para que se sientan a gusto, conseguir que cooperen o sacarles todas las emociones adecuadas.
Pasión
¿Qué diferencia a un buen fotógrafo del resto? La pasión.
Cuando te apasiona lo que haces, siempre brillará en tu trabajo. Se necesita mucho tiempo y esfuerzo para triunfar como fotógrafo profesional, y los que lo consiguen y logran hacerse un nombre son los que realmente se apasionan por su oficio.
La pasión hace al fotógrafo: siempre te hará trabajar un poco más, esforzarte un poco más y esforzarte por ser mejor que el día anterior.