La diferencia entre el sexo saludable y la adicción sexual
Lo difícil de una adicción sexual es que cierta “obsesión” por el sexo es saludable. Debemos tener una libido que nos haga desear el sexo. Pero se va demasiado lejos cuando la persona se preocupa más por el acto en sí que por la otra persona involucrada, dice la doctora Kathleen Nickerson, fundadora de FeelBetterNetwork.com.
“Una adicción sexual se manifiesta más a menudo de una de estas dos maneras: sustituyendo el sexo por el amor y persiguiendo actividades sexuales diferentes, variadas o extremas que se centran en los actos sexuales, no en ningún tipo de conexión entre dos personas”, dice Nickerson.
Aunque el término “adicción sexual” se utiliza comúnmente para describir la condición de la persona, Nickerson dice que a menudo es un signo de una lucha mental más profunda. “La adicción sexual es un buen descriptor, pero probablemente sea incompleto”, dice. “Típicamente, tendríamos que decir más acerca de lo que está pasando con una persona que le está haciendo buscar el comportamiento sexual excesivo.”
¿Cuándo es necesario el asesoramiento sobre la adicción sexual?
Si usted o su pareja o cónyuge es un adicto al sexo, él o ella necesitará asesoramiento sobre la adicción sexual. Nickerson dice que ésta es una situación clara en la que la ayuda de un terapeuta, los grupos de apoyo y los libros de autoayuda pueden ser muy importantes. “Si estás en una relación y el comportamiento de la otra persona está perjudicando la relación, debes discutirlo y elaborar un plan de acción para que los dos respondan y se apoyen mutuamente”, dice. “En última instancia, no puedes hacer que nadie cambie, pero puedes fomentar acciones que ayuden a producir un cambio positivo”.
Ser el ser querido de un adicto al sexo es especialmente difícil porque a menudo te conviertes en la adicción. “Establecer tus propios límites y comodidad es muy difícil de hacer con una pareja sexual, pero tienes el derecho de hacer lo que es mejor para ti, así que debes arriesgarte a decirle cómo te sientes y lo que necesitas también”, dice Nickerson. “Comparte tus sentimientos y habla de lo que estás y no estás dispuesto a hacer. Actúa siempre de forma que te sientas cómodo, bien contigo mismo y seguro”.