Si te faltan ideas, a continuación te ofrecemos una lista de formas sutiles de hacer saber a otras personas que son amadas por ti:
Deja una nota en algún lugar donde la encuentren
De acuerdo, en este caso se usan palabras, pero no tienen que ser palabras de amor. Las palabras de ánimo, de felicidad, de agradecimiento funcionan igual de bien. Luego escóndelo en algún lugar donde estés seguro de que lo encontrarán: cuaderno, cartera, bolsillo, coche, etc.
¿No estás seguro de qué escribir? A veces lo único que necesitas es una carita sonriente 🙂
Prepara el desayuno
O simplemente prepara el café por la mañana cuando suelen tener prisa. No te llevará más de 5 minutos, pero les permitirá bajar el ritmo lo suficiente como para disfrutar un poco más de la mañana.
Ve un poco más allá y limpia los platos o haz cualquier otra tarea doméstica para dejarles descansar por la noche después del trabajo. ¿Te parece aburrido? El cuidado llega de diferentes maneras, a veces de forma muy ordinaria.
Escúchales
Y trata de escuchar realmente lo que dicen. No interrumpas, no ofrezcas tu consejo, sólo escucha – a veces la gente necesita verter sus pensamientos y saber que han sido escuchados sin ningún juicio.
Envíales una canción que les haya recordado a ti
Y sabrán que están en tu mente. O comparte con ellos cualquier cosa que te haya recordado el tiempo que pasáis juntos o que haya revocado un recuerdo de ciervo.
A veces tenemos las asociaciones más insólitas con diferentes personas. Seguro que tendrían curiosidad por saber por qué te recuerdan ciertas cosas.
Dales un abrazo sin motivo
Claro que hay investigaciones que confirman que los abrazos te hacen sentir mejor, pero ¿realmente necesitas un motivo para un abrazo?
Ve una película que les apetezca
Y no seas malo por ello si no te ha gustado, deja que la disfruten como a ellos les ha gustado. Siempre podéis encontrar cosas que podáis hacer juntos y llegar a un acuerdo, pero dejar que tengan una noche de cine a su manera no sería un sacrificio tan grande, ¿verdad?
Recogerlos en el aeropuerto
Hay algo absolutamente mágico en la zona de llegadas de un aeropuerto: gente con caras serias intentando ver si la otra persona ya ha llegado, un poco ansiosa, un poco emocionada, esperando y esperando… Y cómo se iluminan sus caras cuando por fin ven a sus seres queridos entre la multitud. Reunidos por fin.