Desde las primeras descripciones del uso de solución salina hipertónica al 7,5% para la reanimación de hemorragias en 1980, se han realizado importantes investigaciones en animales y evaluaciones clínicas de la reanimación de pequeños volúmenes. La mayor parte del interés se ha centrado en las formulaciones coloides combinadas hiperosmóticas e hiperoncóticas. El NaCl hiperosmótico infundido expande rápidamente el volumen plasmático, mientras que el coloide hiperoncótico mantiene la expansión de volumen. Otros factores que contribuyen a la eficacia de estas soluciones son el aumento de la eficacia cardíaca y la vasodilatación periférica. La solución más estudiada, 7,5% de NaCl/6% de dextrano 70, promete reducir la mortalidad de la hipotensión traumática y el traumatismo craneal cuando se utiliza como tratamiento inicial. Las futuras formulaciones hiperosmóticas-hiperoncóticas con diferentes solutos pueden aportar propiedades farmacológicas beneficiosas específicas, además de los efectos cardiovasculares establecidos de la hiperosmolaridad. Una formulación especialmente prometedora podría ser una solución combinada de un coloide portador de oxígeno, por ejemplo, la hemoglobina, y un cristaloide hiperosmótico.
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