Tengo un pequeño y sucio secreto: a veces, el sexo con la almohada me deja en una felicidad orgásmica que se siente mejor que el propio sexo real.
Recuerdo cómo tuve mi primer orgasmo usando una almohada durante la masturbación. Estaba leyendo a escondidas una novela guarra en mi habitación cuando cogí una almohada (no me preguntéis por qué) cuando empecé a sentir un cosquilleo y calor “ahí abajo”. Empecé a frotarme contra la almohada durante mucho tiempo y fui recompensado con el mayor placer de mi vida.
No hace falta decir que estoy enganchado a ella desde entonces. Cada vez que siento que mi juguete sexual no está haciendo su magia en mí, masturbándome en mi almohada es como tener un orgasmo que hace que se me enrosquen los dedos de los pies. Aquí tienes algunos consejos de masturbación para conseguir un increíble orgasmo en solitario… con tu almohada.
Elige la almohada adecuada.
Yo prefiero las almohadas que son largas y rígidas ya que tienen una forma más parecida a un “cuerpo”. Experimente con diferentes tipos de almohadas hasta que descubra cuáles son las que más le gustan. Las almohadas no son la única opción y este es el momento en el que ese juguete de peluche que tienes desde los seis años puede resultar útil.
Puedes sentarte a horcajadas sobre un oso de peluche para que esté rozando tu clítoris. Cuanto más grande sea el peluche, más rápido llegarás al orgasmo.
Ponte en situación.
Haz lo que te excita. Puede ser leer esa novela erótica que escondes debajo de la cama, ver películas que te pongan cachonda o simplemente reproducir la sesión de besos más caliente que hayas tenido.
Nunca subestimes la importancia de crear el ambiente adecuado para alcanzar un orgasmo satisfactorio. Asegúrate de tener una zona cómoda y privada para masturbarte. No hay nada más frustrante que ser interrumpido cuando estás al borde del orgasmo.
Vístete de forma sexy para ti.
Nada me excita más que la idea de follar con una almohada en ropa interior sexy y de encaje. Prefiero follar sólo con ropa interior, ya que la fricción adicional intensifica el placer.
También puedes follar la almohada sin llevar nada puesto, si es lo que prefieres. Hacerlo desnudo te permite frotar todo tu cuerpo contra la almohada y hace que la experiencia sea más realista y placentera.
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Prueba el edging.
Si no has oído hablar de la técnica del edging, tienes que probarla. Yo me tiro a la almohada hasta que estoy a punto de llegar al orgasmo, pero paro unos minutos. Es una tortura cuando empiezas a practicar el edging, ya que es muy fácil ceder a un orgasmo rápido.
Pero si eres capaz de tener un buen autocontrol (y con mucha práctica), es extremadamente placentero al final.
Cambia la velocidad.
Empieza jorobando lentamente. Una vez que estés más excitada, aumenta la velocidad y haz algún ruido o haz lo que sea que te excite. Cuando sientas que empiezas a llegar al orgasmo, baja la velocidad gradualmente para sentir y disfrutar el pico. Créeme, esto te dará un orgasmo tan bueno que no podrás esperar a la segunda ronda.
Aprende de los expertos.
Si acabas de empezar a probar este tipo de masturbación y no consigues llegar al orgasmo, mira unos cuantos vídeos en internet para aprender las diferentes posiciones disponibles y los trucos que puedes utilizar. También puedes ver un vídeo e imitar el pillow-humping paso a paso.
Hazlo con la vejiga llena.
Disfruta de la segunda ola de placer.
Desde que empecé a follar con la almohada, me di cuenta de que podía alcanzar un segundo orgasmo unos segundos después del primero. Me gusta llamarlo la “segunda ola de placer”.
Después del primer orgasmo, espera unos 15-20 segundos antes de volver a montar la almohada. Sigue hasta que sientas que llega y deberías experimentar el segundo orgasmo. El segundo mini-orgasmo es de corta duración, pero MUY intenso.