El cóndilo presenta una superficie articular para la articulación con el disco articular de la articulación temporomandibular; es convexo de delante hacia atrás y de lado a lado, y se extiende más en la superficie posterior que en la anterior.
Su eje largo se dirige medialmente hacia delante y ligeramente hacia atrás, y si se prolonga hasta la línea media se encontrará con el del cóndilo opuesto cerca del margen anterior del foramen magnum.
En el extremo lateral del cóndilo hay un pequeño tubérculo para la fijación del ligamento temporomandibular.
La superficie articular del cóndilo está cubierta por tejido fibroso, y se interpone con un disco articular (o menisco) de tejido fibroso avascular, no inervado (colágeno, fibroblastos). Cuando la boca está cerrada, el menisco limita medial y superiormente con la fosa glenoidea de la porción petrosa del hueso temporal. Cuando la boca está abierta al máximo, el menisco se distrae anterior e inferiormente a lo largo de la pendiente de la porción inferior del hueso temporal hacia el tubérculo, o eminencia articular, para permanecer interpuesto entre el cóndilo y el hueso temporal en todas las posiciones de la mandíbula.