Aprobada la vacuna de Oxford – ahora, estas son las 10 razones por las que deberías vacunarte

La vacuna COVID-19 de Oxford-AstraZeneca ha sido autorizada para su uso en el Reino Unido, lo que significa que ahora se pueden suministrar millones de dosis más de la vacuna en el país. Esto acelerará el progreso hacia la consecución de una inmunidad generalizada contra el coronavirus.

Sin embargo, desde el comienzo de la pandemia -y en particular desde que se empezaron a desarrollar las vacunas contra el COVID-19- muchas personas han expresado su preocupación por su seguridad y eficacia.

Si se encuentra entre los que dudan en vacunarse contra el COVID-19 -o si se pregunta por qué las vacunas se consideran uno de los mayores logros de la humanidad- aquí tiene 10 razones por las que debería considerar vacunarse.

Porque las vacunas salvan vidas

Las cosas han avanzado mucho desde que Edward Jenner vacunó por primera vez a un niño contra la viruela en 1796. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la vacunación evita actualmente entre 2 y 3 millones de muertes al año.

La viruela, que se cobró aproximadamente 300 millones de vidas sólo en el siglo XX, ha sido totalmente erradicada gracias al desarrollo y aplicación de vacunas seguras y eficaces.

Para algunas personas hoy en día, la COVID-19 también resulta mortal. Si tiene un alto riesgo de contraer la enfermedad, vacunarse podría salvarle la vida.

Para proteger su salud

Las vacunas también nos protegen de muchas enfermedades debilitantes.

Antes del desarrollo de las vacunas de Salk y Sabin contra la poliomielitis, era común ver imágenes dramáticas de personas usando pulmones de hierro o niños paralizados. Pero en las últimas tres décadas, las vacunas han permitido reducir en un 99,9% los casos de poliomielitis.

La vacuna 19 también puede tener efectos duraderos sobre la salud. Las vacunas también le protegerán contra ellos.

Proteger y apoyar a los servicios sanitarios

Ser vacunado de niño significa que es menos probable que contraiga enfermedades infecciosas a lo largo de su vida. Esto alivia la presión sobre el personal de los servicios de salud, que puede dedicar sus esfuerzos, fondos y equipos a ayudar a los pacientes con enfermedades no prevenibles.

Vacunarse contra el COVID-19 ayudará exactamente de la misma manera, liberando recursos al reducir el número de casos y evitando más retrasos en otros tratamientos.

Un cuidador y los residentes hablando en una residencia
Vacunarse puede proteger su propia salud y la de los que le rodean, que pueden ser más vulnerables. EPA-EFE

Para proteger a los más vulnerables

Cuando un número suficiente de personas se vacuna contra una enfermedad infecciosa como la COVID-19, se puede impedir eficazmente su propagación, porque hay muy pocas personas a las que infectar. Esto se conoce como inmunidad de rebaño.

Alcanzar la inmunidad de rebaño significa que incluso aquellos que no pueden recibir la vacuna (por ejemplo, debido a condiciones preexistentes) están protegidos.

Porque se prueban rigurosamente

Las vacunas se prueban en largos y grandes ensayos clínicos en los que participan decenas de miles de personas, y sus efectos se controlan incluso después de haber sido aprobadas. La forma minuciosa en que se desarrollan las vacunas significa que son mucho más seguras y tienen menos efectos secundarios que la mayoría de los medicamentos existentes.

Las vacunas para la COVID-19 se están probando de la misma forma que las vacunas para otras enfermedades. Se han desarrollado rápidamente gracias a la reducción de la burocracia, no porque las pruebas de seguridad hayan sido menos exhaustivas.

Para ahorrar tiempo y dinero

Las vacunas han sido ampliamente reconocidas como una de las intervenciones médicas más eficaces en cuanto a tiempo y costes que se pueden realizar. Recibir una vacuna sólo lleva unos minutos y es muy barato (o, para muchas personas, gratis).

Por otro lado, contraer una enfermedad infecciosa significa tener que ausentarse de la escuela o el trabajo y potencialmente acumular cuantiosas facturas médicas.

Para poder viajar con seguridad

Viajar a otros países le expone a patógenos con los que su sistema inmunológico no está familiarizado. Al recibir las vacunas recomendadas para su destino, podrá disfrutar de sus vacaciones sin que esto suponga el riesgo de una visita de emergencia a un hospital local o de traer bichos no deseados.

De la misma manera, estar al día con el calendario de vacunación recomendado protege a los habitantes de su destino de vacaciones de cualquier infección que pueda llevar consigo. Por este motivo, las vacunas COVID-19 podrían ser obligatorias para viajar a medida que se vayan implantando.

Una familia de cuatro personas con mascarillas en el aeropuerto
Vacunarse antes de viajar ofrece una protección bidireccional, ya que evita que te lleves bichos y los traigas de vuelta. Medio punto/

Limitar la resistencia a los medicamentos

La resistencia a los antimicrobianos ha sido identificada por la OMS como una de las 10 mayores amenazas para la salud mundial (al igual que la duda sobre las vacunas). El uso excesivo y continuado de medicamentos antibióticos y antivirales hace que las bacterias y los virus se vuelvan resistentes a ellos, lo que provoca la propagación de infecciones intratables.

Al evitar que nos infectemos en primer lugar, las vacunas nos permiten reducir el uso de antibióticos y antivirales, limitando así la insurgencia de cepas de bacterias y virus resistentes a los medicamentos.

Para proteger a las generaciones futuras

A lo largo de la historia, la humanidad ha tenido que convivir con muchas enfermedades debilitantes y potencialmente mortales que ahora son muy raras gracias a los programas de vacunación infantil.

Sin embargo, la pandemia proporciona un ejemplo dramático del efecto global devastador que puede tener una sola enfermedad en ausencia de una vacuna. Inmunizarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos contra las enfermedades infecciosas hoy es un regalo inestimable para las generaciones futuras. Suprimir las enfermedades en el presente permitirá a las personas del futuro vivir más tiempo y con más salud.

Para evitar la difusión de noticias falsas

Las investigaciones han demostrado que las noticias falsas se difunden mucho más rápido y más lejos que la información veraz. En las últimas décadas, las teorías conspirativas y la desinformación han erosionado la confianza del público en las vacunas, lo que ha provocado la reaparición de enfermedades casi erradicadas en muchos países.

Al seguir las orientaciones basadas en la evidencia de la comunidad científica y médica, no sólo se protege a sí mismo y a sus seres queridos de las enfermedades infecciosas, sino que también da un ejemplo que ayuda a luchar contra la difusión de la desinformación.

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