En reconocimiento del 146º aniversario del nacimiento del renombrado investigador Arthur Alfonso Schomburg, echamos un vistazo a su participación en el revigorizante Renacimiento de Harlem que tuvo lugar durante los “locos años veinte”. 24 de enero de 1874, en Santurce, Puerto Rico, hijo de Mary Josephina, una madre negra cruceña, y de Carlos Federico Schomburg, un padre puertorriqueño, dedicó su vida a descubrir la gloriosa herencia africana después de que un profesor de quinto grado le dijera: “Los negros no tienen historia, ni héroes, ni grandes momentos”.
Después de estudiar literatura africana e imprenta comercial en el Caribe, Schomburg emigró a Harlem el 17 de abril de 1891. En 1898, fue cofundador de la Sociedad Negra para la Investigación Histórica y se desempeñó como líder de la Academia Negra Americana. Su familia se trasladó a la calle Kosciusko 105 en Bed-Stuy, Brooklyn, en 1918, pero siguió manteniendo su hogar en Harlem.
Se relacionó con los nacionalistas e intelectuales cubanos y puertorriqueños exiliados en Nueva York.
“Con Harlem llegó la valentía de expresar nuestro yo individual de piel oscura sin miedo ni vergüenza”, indicó Langston Hughes.
El boom artístico, intelectual y social que se produjo en Harlem, a partir de 1918, se denominó inicialmente “New Negro Movement” (Nuevo Movimiento Negro), e incorporó principalmente a afroamericanos que se habían trasladado recientemente durante la Gran Migración desde el sur rural. Countee Cullen, Claude McKay y John E. Bruce se encontraban entre ellos.
Sin embargo, también participaron muchos afrocaribeños como Hubert Harrison, Marcus Garvey y Schomburg. Una vez que comenzaron a comunicarse entre sí, se dieron cuenta de que el mismo sistema opresivo los afectaba a todos.
Para entonces, Schomburg se había redefinido como un “afroborinqueño”, un “puertorriqueño africano”, y había aprendido a escribir en inglés. Escribió artículos para varias publicaciones negras progresistas, como las revistas The Crisis y Opportunity, Negro World y los periódicos New York Amsterdam News. En marzo de 1925 autopublicó su inspirador ensayo “El negro desentierra su pasado”, al que el maestro Dr. John Henrik Clarke atribuyó el mérito de haberle hecho madurar como adolescente.
El bibliófilo autodidacta había acumulado una vasta colección de artefactos africanos raros acumulados a lo largo de sus viajes por todo el mundo, y en 1926 la Biblioteca Pública de Nueva York compró su tesoro por 10.000 dólares y lo expuso en su sucursal de la calle 135, dándole el nombre de Colección Arthur A. Schomburg de Literatura y Arte Negro. Varios de sus contemporáneos, como Langston Hughes y Zora Neale Hurston, la utilizaron como un valioso centro de recursos. En 1973, pasó a llamarse Centro Schomburg para la Investigación de la Cultura Negra.
En 1932, el astuto bibliógrafo e historiador ejerció de conservador de su colección.
Tras una operación dental en el Hospital Madison Park de Brooklyn, enfermó y falleció el 8 de junio de 1938. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio nacional Cypress Hills de Brooklyn.
“Schomburg fue el investigador preeminente y la figura consciente que señaló el camino correcto para que todos los afrodescendientes siguiéramos”, señala la Dra. Georgina Falu, antigua directora de los Estudios Afrolatinos del CCNY. “Su contribución al Renacimiento de Harlem nunca podrá describirse con exactitud porque quedan años, siglos, del trabajo que él inició. Deberíamos intentar aumentar esa recopilación de nuestras experiencias en toda la diáspora para que todo el mundo sepa lo que aportamos a la historia del mundo”.
Para apoyar el cambio de nombre de la intersección de Nostrand Avenue y Kosciusko Street “Arthur Schomburg Place”, póngase en contacto con facebook.com/arthur.schomburg.