La bioimpresión 3D es una tecnología pionera que permite la fabricación de tejidos biomiméticos, multiescala y multicelulares con un microambiente tisular altamente complejo, una citoarquitectura intrincada, una jerarquía estructura-función y una heterogeneidad composicional y mecánica específica del tejido. Dada la enorme demanda de trasplantes de órganos, unida a la escasez de donantes, la bioimpresión es una tecnología que podría resolver esta crisis de escasez de órganos mediante la fabricación de órganos completos totalmente funcionales. Aunque la bioimpresión de órganos es un objetivo lejano, se ha producido un progreso considerable y encomiable en el campo de la bioimpresión que podría utilizarse como tejidos trasplantables en la medicina regenerativa. Este artículo presenta una primera revisión de la bioimpresión 3D en medicina regenerativa, en la que se examinan de forma crítica el estado actual y los problemas contemporáneos de la bioimpresión 3D en relación con los once sistemas de órganos del cuerpo humano, incluidos los sistemas esquelético, muscular, nervioso, linfático, endocrino, reproductivo, integumentario, respiratorio, digestivo, urinario y circulatorio. También se analizan brevemente las implicaciones de la bioimpresión 3D en el descubrimiento, el desarrollo y los sistemas de administración de fármacos, en términos de modelos de prueba de fármacos in vitro y medicina personalizada. Aunque en los últimos tiempos se han producido avances sustanciales en el campo de la bioimpresión, todavía queda un largo camino por recorrer para aprovechar plenamente el potencial traslativo de esta tecnología. Estudios computacionales para el estudio del crecimiento de los tejidos o la fusión de los mismos después de la impresión, la mejora de la escalabilidad de esta tecnología para fabricar tejidos a escala humana, el desarrollo de sistemas híbridos con la integración de diferentes modalidades de bioimpresión, la formulación de nuevas biotintas con propiedades mecánicas y reológicas sintonizables, los estudios mecanobiológicos sobre la interacción célula-bioenlace, la bioimpresión en 4D con hidrogeles inteligentes (que responden a los estímulos), y el tratamiento de las cuestiones éticas, sociales y normativas relativas a la bioimpresión son posibles áreas de enfoque futurista que contribuirían al éxito de la traslación clínica de esta tecnología.