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El dolor de espalda es una de las razones más comunes por las que la persona promedio hace una cita con el médico. A muchas personas les preocupa que su dolor de espalda pueda estar relacionado con una hernia de disco. Este es un término que se utiliza comúnmente, pero a menudo se malinterpreta.

Para entender la función y la importancia de sus discos, piense en ellos como cojines entre los huesos, o vértebras, de su espalda. Los discos ayudan a estabilizar la columna vertebral y permiten que se mueva correctamente. Además, los discos ayudan a crear espacio para que sus nervios espinales salgan de la columna vertebral mientras continúan hacia su destino (por ejemplo, sus piernas).

Los discos de la espalda están formados por dos componentes:

  • Anillo fibroso – un anillo exterior duro, pero flexible
  • Núcleo pulposo – un centro blando y gelatinoso

¿Qué es una hernia discal?
Una hernia discal, también conocida como hernia de disco o rotura de disco, se produce cuando el material del centro del disco se escapa a través de una grieta en el anillo exterior. Esto puede deberse a un simple desgaste o a una lesión repentina. Este material escapado puede presionar los nervios de la columna vertebral, causando dolor en el cuello y la espalda, a menudo con síntomas referidos a los brazos o las piernas.

Diagrama de la columna vertebral que muestra una hernia discal en la espalda

La mayoría de las hernias discales se producen en la parte baja de la espalda, o columna lumbar, pero también pueden producirse en el cuello.

Los síntomas de una hernia discal incluyen:

  • Dolor de espalda o dolor de cuello
  • Dolor en los brazos o las piernas
  • Adormecimiento y hormigueo en los brazos o las piernas
  • Debilidad en los brazos o las piernas

A menudo los síntomas más evidentes de una hernia discal no se dan en el cuello o la espalda, sino en las extremidades conectadas a los nervios afectados. Una hernia de disco en la parte baja de la espalda puede causar el dolor más intenso en el muslo, la pantorrilla y las nalgas, mientras que una hernia de disco en el cuello puede causar el dolor más intenso en el brazo y el hombro.

Si experimenta dolor de espalda o cuello, especialmente unido a un dolor en los brazos o las piernas, es la forma que tiene su cuerpo de indicarle que algo no va bien y que es hora de buscar atención médica. Una hernia de disco puede ser un asunto de salud complicado y debe ser abordado tan pronto como sea posible para evitar complicaciones y dolor crónico.

¿Qué hará mi médico para ayudar?
El primer paso para tratar una hernia discal es un diagnóstico definitivo. Pida una cita con un especialista en dolor de espalda (por ejemplo, un quiropráctico, un médico especialista en control del dolor, un médico especialista en medicina física y rehabilitación o un cirujano ortopédico). Su médico le hará un examen físico exhaustivo junto con pruebas de imagen (radiografías y posiblemente una resonancia magnética) para identificar la zona problemática. Si se le diagnostica una hernia discal, hay 4 etapas de gravedad creciente que su médico tendrá que evaluar para ayudar a determinar qué tipo de atención es adecuada.

En las primeras etapas de la hernia de disco, su condición probablemente puede ser ayudado por la atención quiropráctica. Los quiroprácticos utilizan una forma segura, suave y eficaz de atención no quirúrgica llamada manipulación espinal. Si usted es un candidato para la manipulación espinal, el tratamiento por lo general puede comenzar inmediatamente y probablemente implicará la flexión-distracción.

La flexión-distracción es una de las formas más beneficiosas de manipulación espinal para una hernia de disco. Implica el uso de una mesa de ingeniería de precisión. Mientras está tumbado boca abajo, la mesa se ajusta para doblar suavemente la cintura en un patrón rítmico específico que se basa en su condición. Todos los movimientos son proporcionados y controlados por su quiropráctico, no por un ordenador. La flexión crea una acción de bombeo que puede ayudar al disco a volver a su ubicación normal y, por tanto, a iniciar el proceso de curación. Su plan de cuidados está diseñado para corregir el problema, no para enmascarar los síntomas. Se requieren varias sesiones, de 10 minutos o menos. Junto con los ejercicios en casa y la terapia de hielo, esta condición por lo general se puede manejar bien sin la necesidad de cirugía o medicación.

Cuando el cuidado quiropráctico no es suficiente
Hay casos raros, sin embargo, donde un paciente no se beneficiaría de la atención quiropráctica y el tratamiento no quirúrgico no es suficiente para corregir el problema. Suelen ser casos avanzados que pueden incluir debilidad en brazos o piernas o entumecimiento en la zona de los glúteos, dificultad para caminar o estar de pie y pérdida de control del intestino/vejiga. Estos casos deben ser considerados una emergencia y deben ser vistos por un cirujano espinal calificado tan pronto como sea posible.

San Antonio quiropráctico Dr. Scott SeidelEl Dr. Scott Seidel es un quiropráctico con el Grupo Ortopédico de San Antonio. Él trata a los pacientes de todas las edades y proporciona atención no quirúrgica para el dolor del cuello, la espalda y las extremidades. Sus intereses especiales incluyen hernias de disco, dolor SI, y el dolor de espalda baja. Para programar una cita con el Dr. Seidel, por favor llame al 210.281.9595 o solicitar una cita en línea.

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