A muchos nos cuesta dejar atrás el pasado. Nuestros recuerdos se convierten en nuestro mundo; nos mantienen atascados, volviendo constantemente a los “y si”.
Aprender a dejar atrás el pasado es una parte importante para avanzar en la vida. Eso no significa que no pensemos nunca en el pasado, o que finjamos que algo nunca sucedió. Simplemente significa que no vivimos en el pasado.
Si sigues aferrándote al pasado sólo seguirá causando dolor. Así que, por tu propio bien, es hora de hacer un verdadero esfuerzo para dejar ir el pasado, porque realmente sólo está vivo mientras lo mantienes vivo.
Puedes estar pensando, pero ¿cómo? ¿Cómo puedo dejar ir el pasado?
Primero, cambia la forma en que te relacionas con tu pasado.
Puedes hacer una gran diferencia en tu vida si cambias la forma en que te relacionas con tu pasado, y empiezas a verlo como lo que realmente fue. Intenta ser objetivo, sin el drama añadido, las emociones y las historias a menudo irreales que te cuentas. Entonces tu conexión con el pasado empieza a cambiar también.
Date permiso para ser real, para no idealizar lo que probablemente no fue tan romántico. Hace falta valor para despojarse de las historias que te has estado contando a ti mismo para empezar a ver lo que realmente fue. Puede que tengas que aceptar las cosas que aguantaste y para las que pusiste excusas sólo para mantener todo junto. Pero es hora de ser más honesto.
Entonces, deja que las cosas sean – Si no puedes cambiarlo, ¿para qué perder el tiempo?
La verdad es que es difícil dejar ir el pasado porque formó parte de tu vida en algún momento. Lo único que puedes hacer es empezar a aceptarlo y dejarlo estar. No tienes que vivir en el pasado para llegar a la aceptación; es importante reconocer cuando te estás perdiendo en el pasado para poder guiarte de vuelta al presente.
En la meditación practicamos ser el observador de nuestros pensamientos, aprendiendo a ver simplemente nuestros pensamientos pasar. Esa es una habilidad que lleva tiempo aprender, atrapándote cuando te involucras y alejando tu atención de estos pensamientos. Cuanto más practiques, más fácil te resultará.
Tampoco es algo que sólo se practica mientras se está sentado en meditación. Puedes practicar durante el día. Cuando notes que te pierdes en pensamientos del pasado, detente unos minutos. Detente, no te enfades contigo mismo por tener esos pensamientos, y ajusta tu pensamiento. A continuación, vuelve al momento presente, que es siempre el mejor y único lugar en el que puedes estar.