Durante mucho tiempo, las mujeres han sido consideradas como el más débil de los sexos sólo porque todo el mundo piensa que siempre somos emocionales y extremadamente expresivas. Otros incluso piensan que no tenemos la capacidad de controlar nuestros pensamientos y la forma en que reaccionamos ante las diferentes cosas y situaciones que se nos presentan.
Aunque estos estereotipos tienen su base realista (aunque obsoleta), no definen realmente lo que significa ser una mujer y cómo estas características únicas de dominio emocional pueden utilizarse expertamente como un arma para sobrevivir a la vida y triunfar sobre cada desafío que ésta nos plantea.
La fuerza emocional y mental es lo que hace que las mujeres sean más poderosas y se adapten mejor a cualquier entorno, pero no todo el mundo ha tenido la suerte de aprender las habilidades que se pueden aprovechar de estas fortalezas únicas.
Si eres una mujer o si tienes una mujer en tu vida que te importa, este artículo te será de gran ayuda para descubrir los activos ocultos de los que todo miembro de la feminidad puede beneficiarse. Deja que estos consejos empoderadores sobre cómo ser una mujer emocional y mentalmente fuerte cambien tu vida para siempre.
1. En primer lugar, identifica tus debilidades y aprende de ellas.
Recuerda que eres débil no porque seas una mujer, sino porque sólo eres un ser humano, como todos los demás. Puedes aprender mucho de tus debilidades y, en lugar de afligirte por las cosas que no puedes hacer, utilízalas como peldaños para conocerte mejor. El conocimiento profundo de uno mismo puede darte una mejor comprensión de lo que necesitas para cambiar y crecer como individuo.
2. Nunca dejes que los estereotipos quiebren tu espíritu.
Las mujeres han sido consideradas débiles e inferiores a los hombres, pero estos estereotipos no son más que etiquetas y no pueden impedir que alcances tus objetivos, a menos que tú lo permitas. Como mujeres, tenemos un mejor conocimiento de nosotras mismas porque estamos más en contacto con nuestras emociones. Como ya hemos dicho, este autoconocimiento exclusivo puede ser útil para mejorar varios aspectos de nosotras mismas mental y psicológicamente.
3. Toma las riendas de tu vida y sé lo que tengas que ser.
No dejes que los demás hablen por ti y nunca permitas que decidan lo que te mereces. Establece tus propias normas y ten confianza para desafiar las expectativas injustas. Por ejemplo, tu papel en una relación romántica no debe limitarse a ser una damisela en apuros. Puedes ser una compañera emocionalmente fuerte que puede estar ahí para tu pareja cuando los tiempos son difíciles, o puedes ser el caballero de la armadura brillante que puede ahuyentar a los monstruos debajo de tu propia cama.
4. Date cuenta de que nada es demasiado ambicioso si sólo haces lo mejor que puedas.
Uno de los hábitos que cualquier mujer puede hacer para ser mental y emocionalmente fuerte es centrarse en una forma de pensar más positiva, especialmente cuando se trata de lograr una meta aparentemente imposible. Si alguien te dice que estás siendo demasiado ambiciosa, entonces demuéstrale que está equivocado y deja que tu éxito hable.
5. Espera que el amor y la amistad duelan a veces.
Las mujeres fuertes también lloran, y está bien. Las relaciones con otras personas pueden doler a veces, pero ser una mujer fuerte no significa que no debas bajar la guardia y llorar a mares. Tienes que dar lo que tu emoción exige y al hacerlo, te estás enseñando a ti misma a ser más familiar, a ser resiliente- y a ser eventualmente más fuerte la próxima vez que te enfrentes a circunstancias similares.
6. No tienes que ser fuerte todo el tiempo.
En relación con el apartado anterior, una mujer emocionalmente fuerte no tiene que ser más dura que el acero todo el tiempo. Está bien quitarse la armadura y descansar la espada. Todo el mundo se merece un descanso de luchar y sobrevivir a sus batallas diarias. La fuerza emocional y mental se puede aprender aceptando tu propia vulnerabilidad como persona y como mujer.
7. Abandona cuando sepas que no vale la pena.
No hay que avergonzarse de abandonar, especialmente si estás luchando por algo que realmente no merece la pena. Por ejemplo, está bien abandonar un esfuerzo que te está causando más daño que bien. Otro ejemplo es cuando has estado tratando de arreglar una relación y en lugar de hacerte sentir feliz, en realidad te está chupando la felicidad. Ten la fuerza de dejarlo ir.
8. No dejes que los demás te llamen débil sólo por ser mujer.
Las mujeres siempre han sido retratadas como víctimas y débiles que no son capaces de defenderse por sí mismas, pero la popularidad de las mujeres fuertes en el mundo moderno ha hecho que estos estereotipos sean ridículos y obsoletos. Al igual que ellas, tú tienes el poder de redefinir estas etiquetas que han limitado a las mujeres de todo el mundo a ser la mejor versión de sí mismas. Siéntete orgullosa y rompe los límites.
9. Sé amable contigo misma porque te lo mereces.
No te presiones demasiado sólo para demostrar que los demás se equivocan. Tómate tu tiempo y haz las cosas a tu propio ritmo sin importarte lo que los demás esperan de ti. Ser amable contigo mismo te ayudará a conseguir un estado emocional más estable y saludable que puede mejorar tu bienestar general. Además, aprende a perdonarte cada vez que falles en algo.
10. Rechaza que te silencien.
Expresa tus pensamientos y ten más confianza en lo que tienes que decir. La mayoría de la gente piensa que las mujeres son criaturas excesivamente emocionales incapaces de controlar sus pensamientos, pero la verdad es que somos las expertas en comprender a los demás, especialmente en un nivel más profundo. Al mismo tiempo, esa capacidad de estar en contacto con nuestras emociones nos permite pensar en formas mejores y más realistas de afrontar la vida y las pruebas que conlleva.
Hay diferentes maneras de definir a una “mujer fuerte” y aunque es cierto que a menudo se nos representa como seres más emocionales y expresivos en comparación con los hombres, esta definición no tiene por qué decidir cómo debemos vivir nuestras vidas.
Ya es hora de que demostremos al mundo que somos algo más que víctimas, que no somos simples princesas que esperan ser salvadas. Ya es hora de que demostremos a todos que están equivocados logrando lo que pensaban que era imposible en la historia de la mujer: ser fuertes y dejar que el mundo vea que somos capaces de cosas más grandes.
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