Las manchas solares están relacionadas con otros fenómenos solares como las erupciones y las eyecciones de masa coronal (CME). Una erupción solar es una liberación repentina de energía del sol, mientras que una CME dispara plasma caliente del sol al espacio. Todavía no se conocen los mecanismos exactos que desencadenan las erupciones y las CME, pero cuanto más grande es el grupo de manchas solares, más intenso suele ser este tiempo solar. Las erupciones y las CME pueden enviar enormes cantidades de energía y partículas cargadas que chocan con la atmósfera terrestre, donde pueden causar tormentas magnéticas que interrumpen o alteran las comunicaciones por radio y teléfono móvil y pueden causar estragos en las redes eléctricas. Durante el máximo solar de 1989, por ejemplo, una subida de tensión provocada por la energía solar dañó los transformadores que formaban parte del sistema eléctrico de Hydro-Quebec. Esa sobrecarga dejó a 6 millones de personas en Canadá y el noreste de Estados Unidos sin electricidad durante más de nueve horas. Curiosamente, la actividad de las manchas solares puede ayudar a la recepción de los radioaficionados, ya que el aumento de la radiación hace que la atmósfera desvíe las frecuencias de radio más altas hacia la Tierra.

El aumento de la radiación que acompaña a una erupción solar es un peligro teórico para la salud de los astronautas que caminan por el espacio, la tripulación y los pasajeros de los aviones de alto vuelo, pero no hay ninguna prueba de que la gente haya enfermado realmente por esa exposición.

No está claro si existe una relación entre el tiempo solar y los cambios en el clima de la Tierra, porque el clima de nuestro planeta está influenciado por muchos otros factores, desde las erupciones volcánicas hasta las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre. El mínimo de Maunder en los años 1600 y 1700, cuando casi no había actividad de manchas solares, coincidió con un periodo de temperaturas frías e inviernos severos en Europa y Norteamérica. Sin embargo, los científicos no han podido determinar si ambos fenómenos estaban realmente relacionados, aunque creen que una disminución de las emisiones ultravioletas del sol pudo haber desencadenado el cambio de clima.

Los observadores de ovnis y los entusiastas de lo paranormal también ven vínculos entre lo desconocido y el aumento de la actividad de las manchas solares, pero puede haber más bien una correlación con la intensidad de la creencia de una persona en los fenómenos místicos.

A continuación, exploraremos cómo los astrónomos estudiaron las manchas solares y desarrollaron teorías sobre ellas.