Ver a un ser querido en coma es un momento devastador para los familiares. Muchos se sienten impotentes ante la situación y no tienen forma de ayudar. Sin embargo, podría ser que el sonido de una voz familiar sea la mejor herramienta para la recuperación del coma. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Fienberg de la Universidad Northwestern y el Edward Hines Jr. VA Hospital ha descubierto que escuchar una voz familiar contando una historia puede ayudar a los pacientes en coma a recuperar la conciencia más rápidamente y a empezar a responder a la conversación y a las indicaciones.
“Las familias se sienten impotentes y fuera de control cuando un ser querido está en coma”, dijo la investigadora principal Theresa Pape en un comunicado. “Es una sensación terrible para ellos. Esto les da una sensación de control sobre la recuperación del paciente y la oportunidad de formar parte del tratamiento.”
Pape y sus colegas reunieron datos para el Entrenamiento Sensorial Auditivo Familiar (FAST) inscribiendo a 15 pacientes que sufrieron un traumatismo craneal cerrado debido a accidentes de moto o coche, traumas por bombas y agresiones. Los participantes, 12 hombres y tres mujeres con una media de 35 años, estaban en estado vegetativo o mínimamente conscientes y comenzaron el tratamiento FAST 70 días después de su lesión, incluyendo pruebas de referencia que evaluaban la capacidad de respuesta de cada paciente a la información sensorial -como campanas y silbatos-, si abrían los ojos cuando se les pedía y si podían seguir visualmente a alguien caminando por la habitación.
Los investigadores crearon grabaciones de audio de miembros de la familia contando una historia familiar que los pacientes escucharon cuatro veces por semana durante seis semanas a través de auriculares. También midieron cómo cambiaban los niveles de oxígeno en sangre del cerebro al escuchar las grabaciones, exponiendo a los pacientes a voces familiares y no familiares que contaban diferentes historias mientras estaban en una resonancia magnética en la línea de base. Las familias de los pacientes en coma se sentaron con los terapeutas para hablar de al menos ocho historias importantes que resonaran en sus seres queridos.
“Creemos que escuchar esas historias en las voces de los padres y hermanos ejercita los circuitos del cerebro responsables de los recuerdos a largo plazo”, explicó Pape. “Esa estimulación ayudó a desencadenar el primer atisbo de conciencia”
Al final de las seis semanas los escáneres de resonancia magnética revelaron que los cerebros de los pacientes aumentaban su actividad neuronal cuando oían a un ser querido decir su nombre y contar una historia memorable. Los pacientes que escucharon las grabaciones de una voz familiar cubrieron su conciencia más rápidamente y tuvieron una mayor recuperación general en comparación con los pacientes que no escucharon las grabaciones. Tras las seis semanas de historias grabadas, el equipo de investigación descubrió que escuchar voces desconocidas que contaban la misma historia escuchada en la línea de base provocaba cambios en el nivel de oxígeno en sangre, lo que significaba una mayor capacidad de respuesta a una voz desconocida.
“Esto indica que la capacidad del paciente para procesar y comprender lo que está escuchando es mucho mejor”, añadió Pape. “En la línea de base, no prestaban atención a esa voz no familiar. Pero ahora procesan lo que dice esa persona”.