Imágenes médicasEditar
La necrosis tisular temprana y masiva es una característica específica de la infección cerebral por C. koseri. La etapa temprana de la enfermedad predomina en la materia blanca, causando cerebritis; la etapa posterior está marcada con cavidades necróticas en múltiples localizaciones. Las cavidades son inicialmente de forma cuadrada y no están tensas, pero cuando se forma y se acumula pus en estas cavidades, tienden a adquirir una forma más redondeada; una cavidad persistente da lugar a una ventriculitis tabicada que puede dar lugar a una hidrocefalia multiciática.
En la fase temprana se observa cerebritis, y en la fase tardía de la enfermedad pueden observarse múltiples cavidades de gran tamaño; en el seguimiento tardío se observa la formación de abscesos, la contracción de las cavidades y la hidrocefalia debida a la ventriculitis.
PatologíaEditar
Los hallazgos macroscópicos incluyen exudados purulentos, leptomeninges opacas (adelgazamiento de las meninges), pus y ventriculitis/ependimitis.
MicrobiologíaEditar
En las muestras recogidas de líquido cefalorraquídeo, C. koseri crece bien en cualquier medio ordinario; producen colonias mucoides incoloras y sin pigmentar. Si se incuba durante 24 horas en otros medios como el indol, el citrato y el adonitol, C.koseri será positivo, el sulfuro de hidrógeno negativo en el agar hierro de Kligers, resultados negativos también en la lactosa, la salicina y el caldo de sacarosa. .
HistologíaEditar
C. koseri puede identificarse en las paredes de los vasos congestionados, la presencia de las cavidades resultantes de la infección no desarrollan una pared fibrótica bien formada.
Diagnóstico diferencialEditar
El diagnóstico diferencial de los abscesos cerebrales de C. koseri puede confundirse con otras enfermedades relacionadas, por lo que el diagnóstico por imagen es importante para confirmar esta bacteria. La característica significativa de C. koseri es la cavidad necrótica que no puede confundirse con una lesión isquémica o hemorrágica anterior u otras lesiones masivas; los tumores congénitos/neonatales son infrecuentes (papilomas del plexo coroideo, craneofaringiomas, teratomas); incluso cuando se presentan, son diferentes del anillo inflamatorio de una infección cerebral. La cerebritis precoz no debe confundirse con la materia blanca normal e inmadura, ni con la leucomalacia cicatricial.