¡Los padres de la asesina Jodi Arias están en la ruina! Según una petición de bancarrota obtenida en exclusiva por Radar, sólo tienen 306 dólares en efectivo y 330.000 dólares en deudas.
Arias, de 34 años, insistió en una publicación de Twitter que los rumores de que su familia se benefició de su caso de asesinato muy publicitado era absurdo, y la presentación del Capítulo 7 parece apoyar eso.
Bill y Sandra Arias afirman poseer sólo 1.500 dólares en mobiliario doméstico, incluyendo una parrilla de barbacoa, una cortadora de césped, una aspiradora y una videograbadora, según muestra el documento judicial. La ropa de la pareja está valorada en apenas 200 dólares, mientras que sus anillos de boda sólo valen 500 dólares, dice el documento. Sus tres vehículos -dos coches y una motocicleta Harley Davidson- suman sólo 2.600 dólares, según la petición.
Están buscando un alivio de la bancarrota de una montaña de deudas que incluye casi 35.000 dólares adeudados en tarjetas de crédito y miles más en facturas de teléfono móvil y gastos médicos. Deben a WalMart 224 dólares; a JC Penny, 3.194,60 dólares; y a Kohl’s, 2.848,29 dólares. Bill aún debe 66 dólares por un pulverizador de pintura Paint Zoom, y 714 dólares por una máquina Total Gym Fitness, dicen los documentos judiciales.
La mayor deuda son los 217.000 dólares que deben por los préstamos contraídos sobre su casa de Yreka, California, que intentan conservar a través de la quiebra. La pareja ya perdió su negocio cuando cerró las puertas de su restaurante Daddy O’s.
Incluso si se deshacen de sus enormes deudas, su futuro financiero parece sombrío. Sandra ganó sólo 8.000 dólares el año pasado, mientras que su marido cobraba unos 15.000 dólares de la Seguridad Social.
La pareja pidió ayuda a los seguidores de su hija en un vídeo en Internet el pasado otoño, en el que pedían donaciones que, según decían, se destinarían a anular la condena de su hija por el brutal asesinato de Travis Alexander. “Amamos a nuestra hija”, dice su madre. “La apoyamos y la respaldamos”.
El nuevo juicio de la fase de pena del caso de Jodi se acerca a su fin, y un jurado de Arizona decidirá si debe ser ejecutada o se le permite vivir el resto de su vida en prisión.