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El paso de paciente a persona lleva su tiempo. El aislamiento y el miedo que pueden abrumar a una persona con dolor crónico crecen con el tiempo. Y la vuelta a una vida más plena y gratificante también lleva tiempo.
Es un viaje con muchas fases. La ACPA describe estas fases como diez pasos.
Los diez pasos de la ACPA para pasar de paciente a persona.
PASO 1: Acepte el dolor
Aprenda todo lo que pueda sobre su estado físico. Comprenda que es posible que no exista una cura actual y acepte que tendrá que lidiar con el hecho del dolor en su vida.
PASO 2: Involúcrese
Tome un papel activo en su propia recuperación. Siga el consejo de su médico y pregunte qué puede hacer para pasar de un papel pasivo a uno de colaboración en el cuidado de su propia salud.
PASO 3: Aprenda a establecer prioridades
Mire más allá de su dolor hacia las cosas que son importantes en su vida. Haga una lista de las cosas que le gustaría hacer. Establecer prioridades puede ayudarle a encontrar un punto de partida para volver a llevar una vida más activa.
PASO 4: Establezca objetivos realistas
Todos caminamos antes de correr. Establezca objetivos que estén a su alcance o divida un objetivo mayor en pasos manejables. Y tómate tiempo para disfrutar de tus éxitos.
PASO 5: Conoce tus derechos básicos
Todos tenemos derechos básicos. Entre ellos está el derecho a ser tratado con respeto, a decir no sin culpa, a hacer menos de lo humanamente posible, a cometer errores y a no necesitar justificar tus decisiones, con palabras o con dolor.
PASO 6: Reconocer las emociones
Nuestros cuerpos y mentes son uno. Las emociones afectan directamente al bienestar físico. Al reconocer y tratar tus sentimientos, puedes reducir el estrés y disminuir el dolor que sientes.
PASO 7: Aprende a relajarte
El dolor aumenta en momentos de estrés. Los ejercicios de relajación son una forma de recuperar el control de su cuerpo. La respiración profunda, la visualización y otras técnicas de relajación pueden ayudarle a controlar mejor el dolor con el que vive.
PASO 8: Ejercicio
La mayoría de las personas con dolor crónico temen el ejercicio. Pero los músculos inutilizados sienten más dolor que los tonificados y flexibles. Con su médico, identifique un programa de ejercicio modesto que pueda hacer con seguridad. A medida que se fortalece, el dolor puede disminuir. También se sentirá mejor consigo mismo.
PASO 9: Vea el panorama total
A medida que aprenda a establecer prioridades, a alcanzar objetivos, a hacer valer sus derechos básicos, a manejar sus sentimientos, a relajarse y a recuperar el control de su cuerpo, verá que el dolor no tiene por qué ser el centro de su vida. Puedes elegir centrarte en tus capacidades, no en tus discapacidades. Se hará más fuerte en su creencia de que puede llevar una vida normal a pesar del dolor crónico.
PASO 10: Extiende la mano
Se calcula que una de cada tres personas sufre algún tipo de dolor crónico. Una vez que haya empezado a encontrar formas de manejar su problema de dolor crónico, extienda la mano y comparta lo que sabe. Vivir con dolor crónico es una experiencia de aprendizaje continuo. Todos nos apoyamos y aprendemos de los demás.