Fascitis plantar: Un enfoque de tratamiento conservador
La fascitis plantar, término utilizado para designar la inflamación de la fascia plantar que rodea el talón y el arco del pie, es una de las causas más comunes de dolor de pies relacionadas con el trabajo y el deporte.
SÍNTOMAS
La queja principal inicial es típicamente un dolor agudo en el talón y el arco del pie, particularmente notable con los primeros pasos de la mañana o después de largos períodos de tiempo sin soportar peso. Por lo general, después de caminar unos 10 ó 12 pasos, la fascia plantar se afloja y el dolor disminuye gradualmente. Sin embargo, los síntomas pueden reaparecer en forma de palpitaciones, un dolor sordo o una sensación de fatiga en el arco del pie tras periodos prolongados de pie, especialmente en superficies de cemento poco resistentes.
Para más información, lea:
- La biomecánica contribuye al tratamiento de la fascitis plantar
BioMechanics, marzo de 2007
Las lesiones del tendón de Aquiles
Las lesiones del tendón de Aquiles son dolorosas y pueden dificultar seriamente la capacidad de un triatleta para entrenar adecuadamente. El tendón de Aquiles es un tejido fibroso, fuerte y no elástico, situado en la parte posterior de la pierna que une el músculo gastrocnemio (Figura 1A) y el músculo sóleo (Figura 1B) al calcáneo (hueso del talón). Este tendón está rodeado por un paratendón, una fina y delicada vaina. Las fuerzas de reacción al suelo asociadas a la carrera pueden alcanzar entre 6 y 8 veces el peso corporal, con una media de 800 pisadas por kilómetro. En circunstancias normales, el tendón de Aquiles es capaz de adaptarse adecuadamente a las mayores cargas de trabajo asociadas a la carrera. Sin embargo, ciertos factores de riesgo pueden predisponer al tendón de Aquiles a sufrir lesiones (Tabla 1).
Para más información, lea:
- Los atletas se esfuerzan por evitar los problemas del tendón de Aquiles
BioMechanics, agosto de 2005 - Las lesiones del tendón de AquilesTriatlón de Estados Unidos
Las férulas de la espinilla
Las férulas de la espinilla son una lesión de la parte inferior de la pierna que suele afectar a los atletas. Generalmente, los síntomas incluyen dolor en las superficies anterolateral o posteromedial de la espinilla. Se ha investigado mucho sobre el tratamiento y la prevención de los dolores de espinilla y, basándose en una amplia investigación, se han propuesto varias hipótesis sobre su fisiopatología; sin embargo, la causa exacta de los dolores de espinilla sigue siendo desconocida. Este artículo explica la anatomía de la parte inferior de la pierna y la biomecánica de la marcha. Presenta las posibles etiologías y los factores de riesgo de los dolores de espinilla, y revisa las opciones de tratamiento y prevención. Su conclusión, basada en una amplia revisión de la literatura, revela que la mayoría de los casos de calambres en las espinillas responden favorablemente a los cuidados conservadores. Dichos cuidados suelen incluir ejercicios en casa, modificaciones en el entrenamiento y el equipamiento, y el tratamiento por parte de un profesional cualificado. Sin embargo, en los casos más avanzados puede ser necesaria la cirugía.
Para más información, lea:
- El entrenamiento devuelve a los atletas después del dolor de espinillas
BioMechanics, junio de 2008
Síndrome de fricción de la banda iliotibial
El síndrome de fricción de la banda iliotibial (ITBFS) es una lesión inflamatoria, no traumática, por sobreuso de la rodilla que afecta predominantemente a los corredores de larga distancia. Un programa de ejercicios en casa que incluya una rutina de acondicionamiento de la flexibilidad y la fuerza y recomendaciones de entrenamiento modificadas puede ayudar en el tratamiento y la prevención de nuevas lesiones. La mayoría de los casos de ITBFS pueden tratarse con éxito con una terapia conservadora. Los casos recalcitrantes de ITBFS pueden requerir otras intervenciones como inyecciones de cortisona y/o cirugía.
Para más información, lea:
- La terapia conservadora estira la banda iliotibial para su recuperación
BioMechanics, abril de 2006
Lesión de isquiotibiales
Una de las lesiones más comunes relacionadas con el deporte es un tirón o distensión de isquiotibiales. Los isquiotibiales, un grupo de cuatro músculos situados en la parte posterior del muslo, se pueden sentir estirados al inclinarse hacia delante para tocarse los dedos de los pies. Tres de los cuatro músculos isquiotibiales, la semitendinosis, la semimembranosis y la cabeza larga del bíceps femoral, cruzan la articulación de la cadera y la rodilla y son los verdaderos músculos isquiotibiales. En la parte superior, estos músculos tienen una unión común con la tuberosidad isquiática (un hueso situado en la parte inferior de la pelvis), y en la parte inferior, los tendones de estos músculos se unen a la tibia y al peroné (huesos situados debajo de la rodilla) (Figura 1). El otro músculo isquiotibial, la cabeza corta del bíceps femoral, sólo cruza la articulación de la rodilla.
Síndrome patelofemoral Dolor de rodilla
El síndrome patelofemoral (SPF), dolor en la parte delantera de la rodilla, es una de las quejas más comunes de los atletas y personas activas. El SFP suele estar causado por una lesión por esfuerzo repetitivo o por un único acontecimiento traumático. Las lesiones por esfuerzo repetitivo se producen cuando los microdesgarros en los músculos, tendones y ligamentos que rodean la articulación de la rodilla se producen más rápido que la reparación del tejido, mientras que un acontecimiento único suele ser una caída u otro impacto deportivo. El SFP suele caracterizarse por un dolor sordo en la parte delantera, inferior o superior de la rodilla, a veces acompañado de hinchazón de la articulación. Si no se trata adecuadamente esta lesión, pueden aumentar los síntomas de dolor, dañarse aún más las estructuras que estabilizan la articulación de la rodilla y, finalmente, la incapacidad de la rodilla lesionada para soportar el peso del cuerpo.
Lesión del ligamento cruzado anterior
El ligamento cruzado anterior (LCA) es una estructura fibrosa resistente que une la tibia
(hueso de la parte inferior de la pierna) al fémur (hueso del muslo) (Figura 1). Este ligamento ayuda a estabilizar la rodilla impidiendo un movimiento excesivo de la tibia sobre el fémur. Las lesiones del LCA suelen producirse en atletas que practican deportes como el fútbol, el baloncesto, el fútbol y el voleibol, en los que se realizan habitualmente movimientos como cortes, pivotes, aterrizajes con una sola pierna y desaceleraciones rápidas. La rotura del LCA se produce con mayor frecuencia al aterrizar de forma torpe o al cortar con una pierna totalmente extendida o ligeramente flexionada con el pie girado hacia fuera (Figura 2).
Las lesiones por esguince de tobillo lateral y sindesmótico
Los esguinces de tobillo son las lesiones más frecuentes que sufren los deportistas. La literatura revela que los esguinces de tobillo pueden representar aproximadamente entre el 20% y el 40% de todas las lesiones deportivas. El 85% de los esguinces de tobillo están causados por una inversión excesiva. Cuando el tobillo rueda hacia dentro a gran velocidad, puede producirse un estiramiento o desgarro del complejo ligamentario lateral.