Efectos sorprendentes de la humedad en el cuerpo humano

El proceso de acumulación de humedad en el cuerpo puede provocar una amplia gama de efectos sobre la salud y el bienestar. Dependiendo de si la humedad relativa (HR) de un ambiente es demasiado baja, alta o equilibrada (entre el 40% y el 60% de HR), nos encontramos con diferentes condiciones y síntomas de un control de la humedad pobre o adecuado. Desde el control de las infecciones transmitidas por el aire hasta la prevención de las descargas electrostáticas, la humidificación desempeña un papel importante en nuestra protección. A continuación se presentan algunos de los efectos más comunes en particular, muchos de los cuales pueden resultar sorprendentes.

Sobrecalentamiento y/o aumento de la transpiración

A pesar de que la humedad no afecta realmente a la temperatura de un ambiente, puede convencer a nuestro cuerpo de que las temperaturas son más altas de lo que realmente son. Esto se debe al hecho de que la humedad permanece en nuestra piel en circunstancias en las que los niveles de humedad relativa (HR) son más altos, lo que hace que no se disipe tan fácilmente. Entonces, nuestro cuerpo nos hace transpirar aún más en un intento de combatir naturalmente esta sensación. El resultado es que nos sentimos más calientes, a veces hasta el punto de sobrecalentarnos, lo que puede dar lugar a graves problemas de salud como la insolación y el agotamiento.

Síntomas de asma y alergia

Si la humedad de un ambiente disminuye a niveles inferiores, nuestros conductos nasales se vuelven más secos. Esto puede, de hecho, empeorar los síntomas de la alergia y hacer que los alérgicos sean muy susceptibles de sentir molestias, irritación e incluso desarrollar infecciones sinusales. Por otro lado, la alta humedad favorece el desarrollo de moho, ácaros del polvo y otros alérgenos que también pueden afectar negativamente a nuestro bienestar y salud. Además, el aire puede volverse más difícil de respirar, lo que puede aumentar el riesgo de un ataque de asma y los desencadenantes de esta enfermedad. Mantener un control adecuado de la humedad puede proteger contra el desarrollo de estos problemas asegurando que nuestros conductos nasales posean suficiente humedad, lo que actúa como una especie de barrera contra los síntomas alérgicos y asmáticos y el fomento de los desencadenantes.

Incomodidad e irritación de la piel y los ojos

Las condiciones más secas con baja humedad pueden hacer que desarrollemos una serie de problemas debido a nuestra incapacidad para absorber y retener suficiente humedad. El resultado directo de esto es la irritación de la piel, los labios agrietados, las erupciones, la descamación, la aspereza y la irritación de los ojos, esta última puede convertirse en infecciones graves si no se trata o rectifica a tiempo con una hidratación adecuada y limpia. Un control adecuado de la humedad, establecido entre el 40% y el 60% de HR, puede ayudar a minimizar estos efectos nocivos y a proteger nuestra piel, cabello y ojos.

Reducción de la estimulación mental/concentración

Cuando los niveles de humedad relativa (HR) están desequilibrados, puede suponer una tensión exponencialmente mayor para nuestros cuerpos, exigiéndoles que trabajen más para funcionar como lo harían normalmente. Esto significa que nuestras mentes se ven obligadas a trabajar más, y como resultado, en ocasiones puede resultar más difícil concentrarse y permanecer mentalmente invertido desde en condiciones de poca humedad. Esta es la razón por la que las instalaciones educativas, los hospitales y las oficinas requieren un control adecuado de la humedad, además de proteger a los habitantes de los problemas de salud.

Susceptibilidad a las descargas electrostáticas (ESD)

Cuando los niveles de humedad son más bajos, las superficies conductoras retienen más electricidad estática. Como resultado directo, podemos convertirnos en receptores de sobrecargas al interactuar con superficies que albergan energía reprimida. Un control adecuado de la humedad puede reducir la cantidad de electricidad estática retenida, eliminando a menudo el riesgo de que se produzcan descargas electrostáticas (ESD). Normalmente, el mantenimiento de una humedad relativa del 40% al 60% es suficiente para reducir el riesgo de descargas electrostáticas. La prevención de las descargas electrostáticas contribuye en gran medida a la protección de las personas, los bienes y la productividad.

Potencialidades de infección en el aire

Cuando las condiciones de un entorno se caracterizan por una humidificación excesivamente baja o alta, puede hacer que las bacterias y partículas transportadas por el aire lleguen más fácilmente a nosotros. Esto puede dar lugar a un mayor riesgo de desarrollar infecciones pulmonares y enfermedades como la gripe, ya que podemos absorber más activamente las bacterias en condiciones poco humedecidas. Con un control adecuado de la humedad, la cantidad de tiempo que estas partículas y bacterias pueden pasar en el aire se reduce drásticamente, haciendo que caigan y se asienten más rápidamente. Por lo tanto, su alcance se reduce y es relativamente más fácil controlar la propagación de la infección. El control de las infecciones transmitidas por el aire es importante en entornos en los que se introducen productos químicos, partículas y/o bacterias en la corriente de aire, como hospitales, cabinas de pintura, cubiertas de lijado y escuelas primarias.

Nuestros cuerpos son fácilmente susceptibles al más mínimo cambio atmosférico en un entorno, junto con los riesgos y efectos directos causados por los niveles desequilibrados de humedad relativa (HR). Podemos desarrollar una serie de infecciones, problemas de irritación de la piel, problemas de salud y bienestar, reducción de la estimulación mental (y, por lo tanto, de la productividad), y una serie de otros problemas que incluyen la reducción de la protección contra las descargas electrostáticas. Por ello, mantener una humidificación equilibrada y constante es esencial para mantener nuestra salud, bienestar, productividad, eficiencia y nuestra capacidad de ser lo mejor que podemos ser. Con un control adecuado de las infecciones transmitidas por el aire, la prevención de las descargas electrostáticas y la regulación de la humedad del aire, podemos llevar una vida más cómoda y saludable. Para saber más sobre la gama de sistemas de humidificación especializados de Condair, con una amplia gama de capacidades de carga y configuraciones especiales como los sistemas adiabáticos, asegúrese de consultar nuestra Guía de los mejores humidificadores.

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