Para aquellos que no estén familiarizados con el Feng Shui, se trata de la antigua práctica china de orientar y organizar nuestro entorno, espacios de vida y de trabajo para mejorar la armonía, la salud, la prosperidad y el éxito. El término “Feng Shui” engloba dos de las principales fuerzas o energías motivadoras de la cosmología taoísta china: el viento (Feng) y el agua (Shui).
El agua, por supuesto, es el elemento esencial que da vida y del que todos dependemos. Los taoístas chinos se refieren a la lluvia como “la suerte del cielo”, por lo que se asocia con la buena suerte y la prosperidad. El agua es reconocida por su poder de nutrir, limpiar, refrescar y transformar. La mayoría de nosotros hemos experimentado el poderoso efecto del agua en nuestra sensación de bienestar, como cuando nos sentamos tranquilamente junto a un arroyo que fluye, visitamos una playa del océano o nos situamos junto a una cascada.
En la práctica del Feng Shui, el agua -especialmente cuando está en movimiento- atrae la energía cósmica Chi (vida). Para mejorar la salud y la prosperidad, es importante mantener esta energía Chi fluyendo, y el agua en movimiento, como en una fuente de agua, es la manera perfecta de traer más Chi a su espacio de vida y de trabajo.

Dónde colocar su fuente

Las recomendaciones del Feng Shui sobre la orientación óptima de sus espacios de vida y de trabajo, y la disposición de los objetos en ellos, pueden variar dependiendo de la “escuela” de Feng Shui que se aplique. La escuela de la brújula, que se basa en los ocho puntos cardinales de la brújula china Lo-Pan o Loupan, recomienda que los elementos de agua, como las fuentes, se coloquen en las zonas norte, este o sureste de la casa o el espacio de trabajo.
La escuela de budismo tántrico de la Secta Negra, más moderna y simplificada, orienta los elementos basándose en el Bagua chino (un diagrama de ocho lados del Feng Shui), que se orienta correspondientemente a la entrada principal de la casa o del espacio de trabajo. Por lo general, colocar su fuente cerca de la entrada, ya sea en el exterior o en el interior, es la ubicación más óptima para atraer el Chi a su casa o espacio de trabajo. Si su entrada está orientada hacia el norte, el este o el sureste, ¡mucho más auspicioso para usted!
En general, el agua debe fluir en su fuente por igual en todas las direcciones, o si su flujo es unidireccional, debe fluir hacia la entrada (si se encuentra en el exterior), o hacia el interior y lejos de la entrada (si se encuentra en el interior), para que el flujo de Chi se dirija a su espacio de vida o de trabajo.
Evite colocar una fuente en su dormitorio o baño. El dormitorio es un lugar para el descanso profundo, y el agua que fluye y el flujo de Chi que conlleva, así como el sonido de la fuente, pueden interrumpir su descanso. También se dice que puede causar problemas de respiración, resfriados y otras dolencias. También evite colocar una fuente directamente debajo de un dormitorio, es decir, en una casa de dos pisos donde su dormitorio está en el piso superior. No se recomienda dormir sobre el agua. Los baños, si contienen agua que fluye constantemente, representan el drenaje del Chi – y por lo tanto su prosperidad. (Otra razón para asegurarse de arreglar siempre los grifos que gotean.)

Materiales para usar en su fuente

De acuerdo con la teoría de los Cinco Elementos, que describe los ciclos productivos y destructivos de los Cinco Elementos del Feng Shui (fuego, tierra, metal, agua y madera), el mejor material para usar en una fuente de agua es el metal (particularmente el cobre), ya que realza y alimenta el elemento agua, y por lo tanto el flujo de Chi.
Los materiales de piedra, como la roca rugosa y la roca pulida, también se utilizan habitualmente. Asegúrese de incorporar metal en su fuente para contrarrestar el efecto amortiguador de la piedra (elemento tierra) sobre el agua. Esto se suele hacer simplemente colocando unas cuantas monedas de metal en la fuente; utilice algunas monedas chinas, o monedas de color dorado para conseguir un efecto aún más rico. También puede colocar sus materiales de piedra dentro de un cuenco o cuenca de cobre, o producir una fuente en cascada con una serie de cuencas de metal.
Para un efecto bellamente agradable, puede colocar una esfera de piedra pulida estratégicamente en el flujo de agua, para que el agua que fluye mantenga la esfera en rotación.
Use plantas verdes, ya sea en la fuente (mejor para fuentes al aire libre con plantas acuáticas como nenúfares o lotos) o junto a la fuente, para mejorar aún más el flujo de Chi. El elemento Agua alimenta al elemento Madera (plantas vivas), por lo que obtendrá aún más beneficios.

Ajuste y mantenimiento de su fuente

El sonido de su fuente de agua es importante; tampoco debe ser demasiado ruidoso ni demasiado sutil. Así que ajuste el flujo de la bomba de agua de su fuente hasta que su fuente produzca un sonido que sea agradable y relajante.
Asegúrese de mantener el nivel de agua en su fuente, ya que puede evaporarse rápidamente.
Para reducir la acumulación de minerales en su fuente, utilice agua filtrada y purificada, preferiblemente destilada. El agua del grifo, especialmente si el suministro de agua local tiene un alto contenido de minerales, ensuciará rápidamente su hermosa fuente.

Para controlar las algas, vierta un poco de peróxido de hidrógeno en el agua; aproximadamente 1/4 de una botella para las fuentes más pequeñas, 1/2 botella para las fuentes de tamaño medio y una botella completa para las fuentes más grandes. Añada peróxido de hidrógeno fresco a la fuente cada semana más o menos, con más frecuencia cuando haga calor, ya que se disipa con el tiempo. Tenga en cuenta que existen productos comerciales para el control de las algas, pero muchos de ellos pueden ser tóxicos para los pájaros, los insectos o las abejas y otros animales salvajes. El peróxido de hidrógeno es seguro para la vida silvestre, y también muy barato en comparación con los productos comerciales.

Por último, limpie su fuente periódicamente para mantener su energía Chi pura y energizante, para que la salud y la abundancia sigan fluyendo en su vida.