Preguntas para grupos de estudio de la Biblia
- ¿Cómo llegó Jesús a perderse en Jerusalén?
- ¿Por qué no se notó su ausencia durante algún tiempo?
- ¿Por qué estaba el niño Jesús entre los maestros del Templo?
- ¿Qué idea debió desarrollar ya el niño Jesús sobre Dios? ¿Por qué era esto revolucionario para la época?
María y José encontraron al niño Jesús de 12 años en el complejo del Templo, aprendiendo y debatiendo en una de sus escuelas para jóvenes. Jesús veía el Templo como la casa de su Padre: incluso siendo un niño estaba desarrollando una nueva forma de ver a Dios.
Jerusalén en la Pascua
La Pascua era la mayor de las tres fiestas que todos los judíos debían celebrar en Jerusalén. Familias enteras y grupos de aldeanos viajaban juntos a Jerusalén, inundando la capital de peregrinos: hombres, mujeres y niños. La población normal de la ciudad era de unos 25.000 habitantes. En la Pascua había hasta 100.000.
La gente viajaba en grandes grupos por seguridad. Las mujeres y los niños formaban un grupo, los hombres otro. Había un cierto vaivén entre los dos grupos, pero personas como José y María podían pasar un día entero de viaje sin verse.
Este año en concreto llevaron a Jesús con ellos por una razón: había cumplido los doce años y, por tanto, se le consideraba un hombre, ya no un niño.
Dicen que el concepto de niñez es una invención moderna, pero si se observan las costumbres judías en el Israel bíblico se verá que había una demarcación definida entre niño y adulto. Un niño era un niño hasta los doce años. Luego era un adulto.
Por eso el hallazgo de Jesús en el Templo marca un momento crucial en la vida de Jesús. Había sido un niño; ahora era un hombre.
Con su condición de adulto, Jesús ocupó el lugar que le correspondía entre los adultos del Templo. Ya no estaba confinado en el Atrio de las Mujeres (véase el gran patio abierto en la parte superior izquierda de la imagen de arriba) cuando visitaba el Templo de Jerusalén con su familia.
Ahora que tenía doce años, se trasladó de forma natural al espacio reservado para los hombres: el Atrio de los Israelitas. Asumió la condición de hombre adulto, con las responsabilidades particulares que asumen los hombres. Con estas responsabilidades se otorgaban privilegios, el primero de los cuales era su derecho a conversar con los eruditos de alto nivel que dominaban los colegios del Templo para jóvenes prometedores.
Esta fue su primera Pascua en Jerusalén, y fue un momento feliz para todos.
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