A partir del otoño de 2018, los estudiantes universitarios de Harvard se encontrarán con una trayectoria académica algo alterada, al entrar en vigor el Programa de Educación General revisado. Tras la revisión del plan de estudios de Educación General que tomó forma hace una década -bajo el cual los estudiantes tenían que tomar un curso de cada una de las ocho áreas ampliamente definidas- la facultad decidió en 2016 alterar su trabajo anterior. El nuevo marco resultante requiere un curso de cada una de las cuatro amplias “perspectivas” (Estética & Cultura; Historias, Sociedades, Individuos; Ciencia & Tecnología en la Sociedad; Ética & Cívica); un requisito de distribución (un curso de cada una de las artes y las humanidades; las ciencias sociales; y las ciencias y la ingeniería); y un nuevo curso que demuestre la “facilidad cuantitativa” (cuya definición actual, “pensar con datos”, queda por aclarar, dadas algunas preocupaciones planteadas recientemente por los matemáticos -ver “Asuntos pendientes: Matemáticas”).
Este segmento de su educación tiene como objetivo “preparar a los estudiantes para una vida significativa de compromiso cívico y ético en un mundo en constante cambio”. La intención de la facultad al definir las categorías de Gen Ed e idear los cursos que se califican es “ayudar a los estudiantes a comprender la profunda relación del trabajo académico con algunos de los aspectos más importantes de la vida más allá de la universidad”. Gen Ed pretende producir sabiduría práctica: pide a los estudiantes de Harvard que consideren cómo utilizarán mejor su educación en artes y ciencias liberales, y sus vidas, al servicio tanto del conocimiento como de la humanidad”
Los requisitos del College comprenden, por tanto, los cursos Gen Ed; los cursos de distribución; la escritura expositiva; y el aprendizaje (o la prueba) de una lengua extranjera. Junto a esta arquitectura, los estudiantes de Harvard persiguen concentraciones. En el progreso de cualquier estudiante a través del Colegio, los cursos de concentración superan a los requisitos de educación general y de distribución; y la mayoría, en última instancia, tiene como objetivo, al menos en los campos de honor, la investigación centrada en alguna frontera de esa disciplina, una muestra de lo que podría implicar el estudio de postgrado. El resto del trabajo académico de los estudiantes consiste en cualquier otra asignatura optativa que se adapte a sus horarios.
En mayor o menor medida, esta solución prevalece en otras instituciones de artes liberales.