26 de marzo de 2019

En la cultura nativa hawaiana, el término sagrado maná se conoce como energía espiritual de poder y fuerza. Es posible que el maná esté presente en los objetos y en las personas. En el caso de las personas, es posible ganar o perder mana a través de las diferentes decisiones que toman. En Hawaii hay ciertos lugares que se consideran fuertes en maná. Algunos de esos lugares son el volcán Haleakala en Maui; Molokai; y diferentes lugares de batalla a lo largo de las islas como la batalla de Nuʻuanu, la batalla de Kepaniwai y la batalla de Mokuohai.

El concepto de poder de los nativos hawaianos no significa que haya que tener posesiones materiales. El maná se describe como una energía vital que fluye a través de todas las cosas y de los seres humanos. Se puede ganar o perder con todo lo que se hace. Vivir a través del pono -trabajo significativo, buenas relaciones y el servicio que prestas a tu comunidad- puede permitirte reunir maná. Tradicionalmente, los individuos reunían maná a través del nacimiento o la guerra: tener maná es tener influencia y ganar autoridad. Dos caminos para conseguir el maná eran a través de los dioses Ku y Lono. Los hawaianos a menudo se refieren a esto como “imihaku”, o la búsqueda del maná o la búsqueda de una fuente. Ku, siendo el Dios hawaiano de la guerra, ofrece el maná a través de la violencia. Así es como Kamehameha el Grande obtuvo su maná. Lono es el Dios hawaiano de la paz y la fertilidad, y ofrece maná a través de las relaciones sexuales

El maná es extremadamente importante en la cultura hawaiana – la próxima vez que visites un lugar sagrado en Hawai, recuerda el concepto de maná y siéntelo en todo el lugar.

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