El test de dorsiflexión-eversión para el diagnóstico del síndrome del túnel tarsiano

Antecedentes: El diagnóstico clínico del síndrome del túnel tarsiano carece de objetividad y consistencia. Hemos ideado una nueva prueba de exploración física diagnóstica en la que se comprime el nervio tibial a su paso por debajo del retináculo flexor detrás del maléolo medial. En esta prueba, el tobillo está pasivamente evertido y dorsiflexionado al máximo mientras todas las articulaciones metatarsofalángicas están dorsiflexionadas al máximo y se mantienen en esta posición de cinco a diez segundos.

Métodos: Realizamos esta prueba en cincuenta voluntarios normales (100 pies) y en treinta y siete pacientes (cuarenta y cuatro pies) tratados quirúrgicamente por el síndrome del túnel tarsiano entre 1987 y 1997. Realizamos la maniobra tanto en el preoperatorio como en el postoperatorio y registramos los cambios consiguientes en los signos y síntomas; durante la operación observamos las relaciones anatómicas alteradas en el túnel tarsiano que se producían con la maniobra. La duración media del seguimiento fue de tres años y once meses.

Resultados: Antes de la operación, los signos y síntomas del síndrome del túnel tarsiano se intensificaron o fueron inducidos por la maniobra en quince de los veinte pies de los pacientes que refirieron entumecimiento, en quince de los diecisiete pies de los que refirieron sólo dolor, y en seis de los siete pies de los que tenían entumecimiento y dolor combinados. La sensibilidad local se intensificó en cuarenta y dos de los cuarenta y tres pies, y se indujo en un pie en el que previamente había estado ausente. El signo de Tinel se acentuó en cuarenta y un pies, y el signo se indujo en tres pies en los que había estado ausente anteriormente. Durante la operación, el nervio tibial se estiró y comprimió bajo el ligamento laciniado cuando el tobillo estaba en dorsiflexión, el talón estaba evertido y los dedos estaban en dorsiflexión. Los signos y síntomas preoperatorios desaparecieron una media de 2,9 meses después de la operación, y no pudieron inducirse repitiendo la prueba excepto en tres pacientes, todos ellos con síndrome del túnel tarsiano posterior a una fractura del calcáneo. En los voluntarios normales, la prueba no pudo inducir ningún síntoma o signo.

Conclusión: Esta nueva prueba de exploración física es eficaz para facilitar el diagnóstico del síndrome del túnel tarsiano.

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