Embolia de líquido amniótico

La embolia de líquido amniótico (EAF) es una complicación rara pero grave que puede producirse durante el parto o poco después de éste. Se calcula que la EAF sólo afecta a uno de cada 40.000 partos, pero sigue siendo una de las principales causas de muerte materna durante el parto. Esta afección se produce cuando el líquido amniótico (el líquido que rodea al bebé en la placenta), las células fetales o el pelo del bebé llegan al torrente sanguíneo de la madre. La FAE puede convertirse rápidamente en una situación que pone en peligro la vida del bebé y de la madre. Es necesaria una intervención médica de urgencia para estabilizar a la madre y dar a luz al bebé lo antes posible para evitar complicaciones permanentes. En la mayoría de los casos, una cesárea de emergencia inmediata es la opción más segura para el bebé.

¿Cuáles son las causas de la embolia de líquido amniótico?

La embolia del líquido amniótico es más común en el parto vaginal, pero también puede ocurrir durante una cesárea. También puede ocurrir poco después del nacimiento mientras la placenta está todavía dentro del cuerpo de la madre. La AFE se produce cuando el líquido amniótico o el material fetal atraviesan la barrera placentaria, entran en el torrente sanguíneo de la madre y comienzan a moverse por el sistema circulatorio. La causa subyacente no se conoce del todo, pero los médicos creen que puede deberse a una ruptura de la barrera placentaria. Esta ruptura de la barrera placentaria puede desencadenarse por un traumatismo durante el parto.

Cuando el material fetal entra en el torrente sanguíneo de la madre, su sistema inmunitario lo reconoce como una sustancia extraña en el cuerpo y eso desencadena una respuesta inflamatoria aguda. Esta respuesta inmunitaria activa una coagulación anormal en los pulmones y los vasos sanguíneos de la madre, lo que puede dar lugar a una grave enfermedad de coagulación sanguínea denominada coagulación intravascular diseminada. Aunque esta afección es rara, la entrada de líquido amniótico en el torrente sanguíneo no es infrecuente. Muchas madres durante el parto absorben pequeñas cantidades de líquido amniótico sin ninguna complicación. No está claro por qué algunas madres tienen una respuesta inmunitaria tan extrema.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la embolia de líquido amniótico?

Las causas y los factores de riesgo específicos de la EAF no se conocen bien, en parte porque la afección es muy poco frecuente. Con la pequeña cantidad de investigaciones que ya tenemos, se han asociado varios factores con un mayor riesgo de embolia de líquido amniótico. Estos factores incluyen:

  • Edad materna avanzada: Las madres de 35 años o más tienen un riesgo mucho mayor de sufrir complicaciones en el embarazo y el parto, incluida la EAF.
  • Anomalías en la placenta: Las anomalías en la placenta pueden provocar posiblemente una FAE. El desprendimiento de la placenta y la placenta previa pueden romper la barrera natural entre su bebé y su cuerpo.
  • Preeclampsia: La presión arterial alta durante el embarazo y el parto se ha vinculado a un mayor riesgo de EAF.
  • Parto inducido médicamente: Algunas investigaciones han sugerido que hay ciertos métodos de inducción del parto que podrían contribuir al desarrollo de la FAE.
  • Fuerza excesiva durante el parto: Las cesáreas, el uso de fórceps o la utilización de la extracción por vacío para el parto pueden causar daños en las barreras físicas que separan al bebé del cuerpo de la mujer. Sin embargo, no se ha establecido firmemente que esto pueda ser una causa directa de AFE, ya que estos procedimientos se llevan a cabo después de que la condición ya se haya presentado.
  • Polihidramnios: El exceso de líquido amniótico podría aumentar también el riesgo de EAF.
  • Contracciones intensas durante el parto
  • Las lágrimas en el útero o el cuello uterino
¿Cuáles son las posibles complicaciones de la embolia de líquido amniótico?

Los efectos de la embolia de líquido amniótico pueden ser devastadores. La tasa de mortalidad materna de esta afección puede llegar al 80%, y el 50% de las madres mueren en la primera hora de aparición de los síntomas. En el caso de las pacientes que sobreviven a la embolia, la mayoría sufrirá déficits neurológicos a largo plazo. Sin embargo, la tasa de supervivencia de los bebés es mucho más prometedora, ya que el 70% de ellos nacen con éxito.

Aún así, existen varias complicaciones que pueden derivarse de la FAE:

  • Lesión cerebral en la madre: Los coágulos de sangre en los pulmones a causa de la embolia pueden reducir la cantidad de oxígeno que viaja al cerebro de la madre, lo que puede provocar daños cerebrales permanentes.
  • Dolor fetal: La FAE puede prolongar el proceso de parto, lo que puede provocar el sufrimiento del feto. El sufrimiento fetal puede aumentar en gran medida el riesgo de varias complicaciones, incluida la hipoxia, que también puede provocar daños cerebrales permanentes y afecciones como la parálisis cerebral.
  • Muerte infantil: Si se priva al bebé de oxígeno durante demasiado tiempo o no se le suministra con la suficiente rapidez, puede morir durante el parto.
  • Paro cardíaco repentino: Los efectos de la FAE pueden desarrollarse tan rápidamente que los coágulos de sangre en los pulmones hacen que la madre sufra un paro cardíaco.
  • Fallo de múltiples órganos: A medida que la afección progresa, puede empezar a provocar el fallo de los órganos por falta de oxígeno adecuado en la sangre.
  • Muerte materna

Los efectos a largo plazo de la AFE para la madre incluyen:

  • Pérdida de memoria
  • Insuficiencia orgánica
  • Daños cardíacos que pueden ser temporales o permanentes
  • Problemas del sistema nervioso
  • Una histerectomía
  • daños en la hipófisis
  • problemas emocionales si el bebé no sobrevive
¿Cuáles son los síntomas de la embolia del líquido amniótico?

Los síntomas de la embolia del líquido amniótico pueden ser evidentes una vez que el material fetal entra en el torrente sanguíneo debido a lo repentina que es la respuesta inmunitaria. La madre tendrá dificultad para respirar o empezará a perder el conocimiento. Otros posibles síntomas son:

  • sufrimiento fetal
  • vómitos
  • náuseas
  • convulsiones
  • ansiedad grave, agitación
  • decoloración de la piel

Si la madre sobrevive a la FAE, puede experimentar una segunda etapa de la enfermedad conocida como fase hemorrágica. Es cuando se produce una hemorragia excesiva en el lugar donde se fijó la placenta o en el lugar de la incisión de la cesárea.

¿Cuál es el tratamiento de la embolia de líquido amniótico?

El tratamiento se centra principalmente en estabilizar a la madre y evitar que la afección progrese y cause complicaciones graves. Los médicos pueden administrar oxigenoterapia o un ventilador para ayudar a la respiración. Se puede insertar un catéter en la arteria pulmonar para que los médicos puedan controlar el corazón de la madre. También hay algunos medicamentos que pueden ayudar a controlar la presión arterial. Si la madre sobrevive a la enfermedad, lo más probable es que necesite transfusiones de sangre, plaquetas y plasma para reponer la cantidad de sangre perdida por la hemorragia.

Para el bebé, los médicos vigilarán continuamente cualquier signo de sufrimiento. Es fundamental que los médicos den a luz al bebé lo antes posible. Un retraso en la cesárea aumenta el riesgo de lesiones en el parto. Tras el parto, se les enviará a la unidad de cuidados intensivos (UCI) para su evaluación y estrecha observación.

Perspectiva

La embolia de líquido amniótico no se puede prevenir y es difícil de predecir. Esta afección puede ser mortal tanto para la madre como para el bebé, por lo que es necesaria una intervención médica inmediata para garantizar su supervivencia. Si ya has padecido una EAF, es importante que hables con tu médico antes de decidirte a quedarte embarazada de nuevo, para que puedas tomar medidas para proteger tu salud. Esta condición es muy rara, pero las madres deben ser conscientes de los posibles riesgos que conlleva.

Fuentes y literatura adicional

Nawaz, N., &Buksh, A. R. (2018). Embolia de líquido amniótico. Journal Of The College Of Physicians And Surgeons, 28(6), S107-S109.

Tuffnell, D. J., & Slemeck, E. (2017). Embolia de líquido amniótico. Obstetrics, Gynaecology & Reproductive Medicine, 27(3), 86-90.

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