La oxitocina, a veces llamada la “hormona del amor”, está asociada a los vínculos humanos. Se libera durante los momentos de intimidad, incluidos los abrazos y la actividad sexual. En las mujeres embarazadas, inicia las contracciones uterinas para el parto, desencadena la liberación de leche cuando un bebé es amamantado y promueve el vínculo entre una nueva madre y su bebé.
Debido a estas propiedades, los investigadores se han preguntado si tomar oxitocina podría ayudar a las mujeres con disfunción sexual.
En septiembre de 2015, Fertility and Sterility publicó un estudio en el que participaron treinta mujeres con problemas sexuales, como sexo doloroso o problemas con la excitación o el orgasmo. A la mitad de las mujeres se les administró oxitocina en forma de aerosol nasal para que la utilizaran a los 50 minutos de haber mantenido relaciones sexuales. El resto de las mujeres recibieron un spray nasal de placebo.
La función sexual mejoró en las mujeres que tomaron oxitocina. Pero también mejoró para las mujeres que utilizaron el spray placebo.
¿Por qué les fue tan bien a ambos grupos? Los autores sugieren que es posible que la participación en el estudio haya propiciado una mayor comunicación entre las mujeres y sus parejas. Las parejas podrían haber discutido sus problemas sexuales de manera más constructiva y abierta, disminuyendo los niveles de estrés y conduciendo a una mejor experiencia sexual.
Otro estudio, publicado por el Journal of Sexual Medicine en marzo de 2016, examinó los roles de las hormonas, incluyendo la oxitocina, en la disfunción sexual femenina. Tras analizar investigaciones anteriores sobre el tema, los autores concluyeron que no había suficiente evidencia médica para recomendar el tratamiento de los problemas sexuales con oxitocina.
Una amplia gama de factores puede contribuir a los problemas sexuales de las mujeres, incluyendo condiciones médicas como la diabetes o la endometriosis, los cambios hormonales en la menopausia y los desacuerdos con la pareja. Se recomienda a las mujeres que hablen de cualquier problema sexual con su médico.
Si se sospecha que hay un problema de relación, el asesoramiento y la terapia sexual -ya sea en pareja o en solitario- pueden tener grandes beneficios. Las parejas pueden aprender a hablar del sexo de forma más eficaz y tomar medidas para hacer avanzar su relación.