Cualquiera que haya tenido la desgracia de poner accidentalmente su cabello a poca distancia de una vela puede decirte, el resultado de las quemaduras puede ser algo traumático, pero cuando los poderes de la llama se aprovechan para bien (y en el ángulo correcto), el fuego puede utilizarse realmente para mejorar la salud de tu cabello. La velaterapia, también conocida como “terapia de las velas”, consiste en pasar una vela a lo largo del cabello para quemar las puntas abiertas, lo que suele solucionarse al entrar en contacto con unas tijeras. “Es un tratamiento ideal para alguien que quiere tener el pelo largo, pero sigue teniendo puntas abiertas y no quiere acortarse”, explica Fernanda Lacerda, fundadora del salón Maria Bonita de Nueva York. “Nuestro estilista Ricardo Gomes ha practicado esta técnica durante años: retuerce secciones de cabello con tanta fuerza que sólo sobresalen las puntas abiertas, y luego pasa la llama por encima”. Dicho esto, no es algo que debas intentar en casa. Lacerda subraya que el método debe ser practicado por un experto que sea súper preciso con los movimientos de sección-torsión-quemado.
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Debido a que el cabello se retuerce con tanta fuerza y la llama pasa por la zona muy rápidamente, la parte no dañada de tu cabello permanece sana e intacta. “Después de que el pelo se retuerce en pequeños mechones, se pasa una vela por cada sección hasta que toda la cabeza está hecha”, dice Lacerda. “A continuación, se pasa por el lavabo para lavarlo, y se utiliza un acondicionador profundo para sellar la cutícula de nuevo -similar al paso final de un tratamiento de queratina”. El tratamiento puede realizarse tanto en texturas finas como gruesas, sólo hay que esperar a sentarse en la silla de la peluquería durante unas dos horas, y llegar con el pelo recién secado. Cuando tu pelo está tan liso, es más fácil separar los cabellos sueltos, y puedes volver a tu textura natural inmediatamente después. Siempre que tu pelo sea lo suficientemente largo como para retorcerlo, eres una buena candidata para la velaterapia, y puedes hacerte el tratamiento cada tres o cuatro meses. ¿Y el olor a pelo quemado? “¡No es tan malo!” dice Lacerda, riendo. “He leído los comentarios y la verdad es que no es tan malo”.
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