Los densos bosques de Uganda son el hogar de más de la mitad de los aproximadamente 1004 gorilas de montaña del mundo (a fecha de mayo de 2018) -el resto vive en las vecinas Ruanda y República Democrática del Congo-. Como no sobreviven en cautividad, la preservación de estos frágiles hábitats es esencial para su supervivencia.
En Uganda los gorilas de montaña se encuentran en el Parque Nacional Impenetrable de Bwindi (BINP) y en el Parque Nacional de Gorilas de Mgahinga (MGNP). En estas zonas, el seguimiento se realiza en 5 lugares: Buhoma, Ruhija, Rushaga, Nkuringo en el BINP y Ntebeko en el MGNP. Todos los lugares combinados dan un total de más de 18 grupos de gorilas, sin embargo, el número de permisos es limitado porque sólo se permite que 8 personas visiten una familia de gorilas por día durante sólo una hora.
Se recomienda reservar con antelación y esto se puede hacer directamente con la Autoridad de Vida Silvestre de Uganda en Kampala o con un reputado agente/operador turístico. Los permisos pueden reservarse con hasta dos años de antelación.
Los gorilas presentan unas características humanas extrañas. Los grupos familiares, muy unidos, están encabezados por un espalda plateada -un macho maduro- que selecciona los lugares para que el grupo coma y duerma, y tiene muchos privilegios, incluido el derecho a alimentarse primero. Este privilegio es rentable para el resto de la familia, ya que si el grupo se ve amenazado, el espalda plateada -que pesa hasta 120 kg- los defenderá hasta la muerte, si es necesario.
Pero en general, el gorila es una especie amable. Se les considera muy inteligentes, se ha observado que utilizan herramientas como otros grandes simios, y se comunican utilizando una variedad de sonidos vocales.
El nombre gorila viene del griego gorillai – que significa mujeres peludas.