Conocida por sus ojos ahumados y su sonrisa burlona, la Mona Lisa es uno de los cuadros más famosos del mundo. Ahora, después de examinar más de cerca la querida obra maestra del Renacimiento, los investigadores han encontrado pruebas de que Leonardo da Vinci se basó en un dibujo a carboncillo para representar los misteriosos rasgos de la modelo.
Según informa Sarah Cascone para artnet News, el científico Pascal Cotte -que detalla sus hallazgos en un número reciente de la revista Journal of Cultural Heritage- comenzó a estudiar la Mona Lisa en 2004, cuando el Louvre le pidió que la digitalizara con su cámara de alta resolución y tecnología multiespectral Lumiere. Colette utilizó entonces el método de amplificación de capas, que permite a los científicos amplificar las señales infrarrojas débiles y revelar nuevos detalles sobre las pinturas, para detectar rastros del dibujo subyacente oculto.
Al final, Colette capturó más de 1.650 escaneos fotográficos. Ha pasado los últimos 15 años analizando estos datos con la ayuda del coautor Lionel Simonot, físico de la Universidad de Poitiers.
“Estos descubrimientos aumentan y acrecientan el misterio de la creación”, dice Cotte a Josh Saunders de Express. “Al final entendemos que es la obra de un larguísimo ‘acto creativo’ -que abarca más de una década y en varias etapas-“.
El nuevo análisis sugiere que Leonardo utilizó para pintar la Mona Lisa una técnica llamada spolvero, que le permitía transferir bocetos del papel al lienzo utilizando polvo de carbón vegetal.
En declaraciones a artnet News, Cotte afirma que “el spolvero en la frente y en la mano delata un sub-dibujo completo”.
Es probable que Leonardo creara la Mona Lisa entre 1503 y 1519, cuando vivía en Florencia, según la Enciclopedia Británica. Aunque la identidad exacta del personaje sigue sin estar clara, muchos historiadores del arte creen que se trata de Lisa Gherardini, la esposa de un comerciante florentino. Otros especulan que la Mona Lisa podría ser una figura más alegórica. Según Cotte, la presencia de lo que podría ser una horquilla en el cielo sobre la cabeza de la Mona Lisa podría indicar que la modelo es una alegoría de la justicia o la bondad.
“Esta horquilla en el cielo, justo a la derecha de la cabeza de la Mona Lisa, no puede pertenecer a un retrato de una persona porque en la ciudad de Florencia no era la moda de la época. La gente tenía que ir vestida de determinadas maneras para denotar su profesión y para la nobleza respetando los colores”, explica Cotte a Express. “No es posible que Mona Lisa tenga el pelo así, era imposible de la época en la ciudad de Florencia”
Los amantes del arte de todo el mundo suelen llamar la atención sobre el aspecto ahumado y onírico del cuadro. Leonardo consiguió este efecto mediante diversas técnicas pictóricas, entre ellas el sfumato, o sombreado fino que crea transiciones perfectas entre la luz y la sombra.
La Mona Lisa también es conocida por su mirada cautivadora; sus ojos parecen seguir a los espectadores mientras se mueven por la habitación. El nuevo descubrimiento de Cotte podría ayudar a explicar este efecto: Como señala Tessa Solomon para ARTnews, las marcas de “spolvero” indican que Leonardo pudo haber cambiado la pose del sujeto y hacer que mirara más directamente al espectador.
No es la primera vez que Cotte identifica rasgos ocultos bajo la superficie de la Mona Lisa. En 2015, el científico fue noticia al afirmar que Leonardo pintó el parecido que se ve hoy sobre un retrato anterior de una mujer completamente diferente.
Pero muchos críticos y académicos se opusieron a esta interpretación: En cambio, el historiador del arte Martin Kemp dijo a Roya Nikkhah, de BBC News, que los detalles revelados por la Tecnología Lumiere de Cotte son probablemente el reflejo de “un proceso continuo de evolución.”
Jonathan Jones, de The Guardian, se hizo eco de la valoración de Kemp, sugiriendo que Leonardo trabajó en el cuadro a lo largo de su vida, añadiendo detalles a medida que se desarrollaba su filosofía artística.
“Por supuesto que no hizo algo tan banal como pintar a otra persona encima de su retrato de una mujer florentina”, argumentó Jones. “Lo que hizo fue mucho más fascinante. Trabajó en este retrato hasta transformar el rostro de una persona real en un mito”
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