Cuando se analizan los sistemas neumáticos e hidráulicos es difícil decir si alguno de ellos es más común que el otro, más bien cada uno tiene sus propias especialidades que los hacen únicos para sus correspondientes aplicaciones.
Aunque son casi iguales en términos de mecanismo, la principal diferencia está en sus métodos de transporte de energía al equipo para ejercer la presión necesaria en la realización de ciertas tareas. La hidráulica emplea fluidos, como aceites, mientras que la neumática utiliza gases comprimidos. Ambos sistemas tienen sus propias ventajas y aplicaciones ideales, como la elevación de cargas pesadas y los costes de funcionamiento.
Pros y contras
En términos de sostenibilidad, las herramientas accionadas por aire comprimido se utilizan normalmente cuando se realiza el mantenimiento de válvulas y bridas porque la presión que utiliza es más controlable. Las neumáticas presentan un movimiento rápido de los engranajes y tienen la ventaja de estar disponibles en tamaños muy pequeños. Esto se debe principalmente a los caudales de los compresores de aire, el aire es muy ágil y puede fluir a través de las mangueras muy rápida y fácilmente con poca resistencia, mientras que el aceite hidráulico es una sustancia viscosa y requiere más energía para moverse.
La neumática ofrece un sistema muy limpio, adecuado para los procesos de fabricación de alimentos y otros procesos que no requieren riesgo de contaminación. Debido al riesgo de fugas de aceite hidráulico por válvulas defectuosas, juntas o rotura de mangueras, la hidráulica no suele utilizarse en estos entornos. Las herramientas y válvulas neumáticas pueden verter su aire comprimido directamente a la atmósfera cuando necesitan cambiar de dirección o alterar su estado rápidamente, en comparación con las bombas hidráulicas, en las que el aceite debe volver al depósito.
Sin embargo, la neumática no tiene la fuerza potencial que ofrece la hidráulica. Los sistemas neumáticos típicos funcionan a unas 80 a 100 libras por pulgada cuadrada de presión, con presiones superiores a esta restringidas por los materiales utilizados dentro del sistema. Los gatos hidráulicos pueden levantar y mover sin problemas grandes cargas porque el aceite hidráulico no es compresible. En general, se necesita un cilindro neumático mucho más grande para obtener la misma fuerza que puede producir un gato hidráulico.
Seguridad
En términos de seguridad, los equipos hidráulicos superan a los neumáticos. El fluido hidráulico no es compresible, por lo que al operar a los mismos niveles de potencia es más seguro y mucho más controlable que el neumático. Debido a su energía almacenada, el aire comprimido es más propenso a causar accidentes en el momento en que se produce una rápida liberación de energía a presión debido a fugas repentinas o a la rotura de válvulas. Por ejemplo, si un tanque hidráulico de 3.000 psi reventara, liberaría una pequeña cantidad de fluido para bajar la presión del tanque a 0 psi; mientras que la rotura de la válvula del extremo de un tanque neumático de 3.000 psi puede hacer que el tanque penetre a través de las paredes de cemento, causando un daño inmenso.
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Coste
Cuando se trata de rentabilidad, los sistemas neumáticos son más baratos y fáciles de mantener que los hidráulicos. Los materiales utilizados en la fabricación de herramientas neumáticas tienden a durar más que los de los equipos que funcionan con aceite. En cuanto a los costes de funcionamiento, la neumática también es más barata y, en algunos casos, incluso la hidráulica necesita la ayuda del aire comprimido para producir la potencia necesaria para que el equipo hidráulico funcione.
En conclusión, cada sistema tiene ventajas orientadas a proyectos y aplicaciones específicas. Si está interesado en saber más sobre las herramientas neumáticas e hidráulicas, visite Aztec Bolting Services para descubrir cómo podemos satisfacer sus necesidades sistemáticas.