Iwo Jima no sólo fue una de las batallas más sangrientas del Pacífico sino también una de las más importantes. Esta batalla fue extremadamente singular y difícil porque los japoneses sabían lo importante que sería la captura de Iwo Jima para los pasos finales de los estadounidenses para ganar la guerra. Para preparar el ataque a la isla los japoneses habían construido un elaborado sistema de túneles y cuevas subterráneas para mantenerse ocultos de los estadounidenses. En Iwo Jima había dos aeródromos controlados por los japoneses. Los japoneses utilizaban estos aeródromos para despegar con sus aviones de combate y atacar a los aviones bombarderos estadounidenses. Si eran capturados por los EE.UU., estos aeródromos podían servir como base de aterrizaje de emergencia vital para los aviones dañados y como pista de aterrizaje para los aviones de combate estadounidenses que escoltaban a los bombarderos hacia las islas principales. “La batalla tuvo una gran influencia en la decisión de Estados Unidos de bombardear Hiroshima y Nagasaki”(Batalla de). Al capturar Iwo Jima los Estados Unidos y las fuerzas aliadas tendrían una base en perfecta proximidad para lanzar bombardeos navales y aéreos, a la vez que proporcionarían un lugar seguro para desembarcos de emergencia. La captura de una isla tan cercana a la isla principal de Japón era esencial para los pasos finales de la derrota de Japón. Sin Iwo Jima, los Estados Unidos no habrían podido ganar en Okinawa ni en otros bastiones japoneses. La batalla de Iwo Jima fue importante en el largo plazo de la guerra porque “permitió al presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, ver cuán largo y duro lucharían las fuerzas japonesas para mantener el control de sus islas” (Batalla de). Iwo Jima fue la razón por la que el presidente Harry Truman decidió ordenar los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, que provocaron la muerte de 120.000 japoneses y pusieron fin a la guerra. Durante el resto de la guerra, Iwo Jima fue una isla extremadamente vital que sirvió “como lugar de aterrizaje de emergencia para más de 2.200 bombarderos B-29, salvando la vida de 24.000 aviadores estadounidenses” (La batalla). Mucha gente puede ver Iwo Jima como una batalla mortal innecesaria, pero sin ella no habríamos podido ganar en Okinawa y ganar la guerra con éxito.