Ingeoexpert ES

El primer hombre occidental en acceder a las ruinas de la ciudad de Petra fue un arqueólogo suizo llamado Johann Ludwig Burckhardt que se disfrazó de jordano y descubrió así la antigua capital de los nabateos. Actualmente, el enclave histórico de Jordania es una de las Siete Maravillas del Mundo y está protegido por la UNESCO.

La ciudad de Petra se remonta al siglo VII, época de la civilización de los nabateos. Pero no es hasta 1812 cuando fue descubierta por los occidentales tras ser abandonada durante la Edad Media debido a su localización y a los recurrentes terremotos. En este post, te contaremos cómo y cuándo se construyó la ciudad de Petra, y te daremos consejos para visitar sus monumentos más famosos.

¿Cómo se construyó la ciudad de Petra?

Las construcciones excavadas de la piedra no se hacen al libre albedrío. Los nabateos construyeron lo que ahora son monumentos protegidos basándose en el movimiento del Sol. Así, esta civilización tuvo en cuenta las estaciones y los acontecimientos astronómicos para erigir sus palacios, templos y tumbas. De hecho, durante el solsticio de invierno la luz entra en el monasterio de Petra iluminando el pedestal de una deidad. En ese mismo momento, la silueta de la montaña que se encuentra justo enfrente dibuja la cabeza de un león, el animal sagrado para ellos. Por eso el diseño y la construcción de los lugares de culto y adoración de esta ciudad están determinados por la naturaleza astral de su religión.

La historia de Petra

A pesar de que la mayor parte de la ciudad de Petra fue construida por los nabateos, el terreno fue habitado muchos años antes por la civilización de los edomitas. Y aunque no construyeron mucho, se les reconoce por el descubrimiento y uso de la cerámica, tradición que transmitieron a los nabateos.

Los nabateos y el momento más esplendoroso de Petra

Los nabateos eran pueblos árabes y nómadas dedicados sobre todo al comercio. Esta actividad se desarrolló en Petra a finales del siglo VI debido a las características de la región. Al contrario que otras zonas de Jordania, Petra disponía de abundante agua, su ubicación estaba oculta en el interior de las montañas y su limitado acceso permitió a los nabateos asentarse y convertirla en una ciudad con un marcado carácter defensivo.

Más tarde, Petra se convirtió en una piedra angular de las rutas comerciales que conectaban China con Roma, la ruta de la seda y de las especies. Debido a la gran cantidad de agua disponible y a la protección que le daba su situación geográfica, era el lugar perfecto para descansar después de un largo viaje. A cambio de su hospitalidad, los nabateos cobraban algo parecido a un impuesto, lo que les permitía desarrollarse económicamente.

Sus habilidades como comerciantes, sus conocimientos de cerámica heredados de los edomitas, su conocimiento de la canalización del agua y sus grandes habilidades arquitectónicas, hicieron que los nabateos prosperaran y convirtieran a Petra en una ciudad ejemplar.

Su evolución arquitectónica es asombrosa, excavaron habitaciones con fachadas lisas en las piedras imitando las famosas tumbas sirias. Se inspiraron constantemente en las otras civilizaciones con las que estaban en contacto como los egipcios, pero siempre mantuvieron sus construcciones al estilo árabe. Hoy en día, sus edificios se han convertido en monumentos históricos protegidos por la UNESCO.

La toma de Petra por los romanos

En el año 325, 500 años después de que Petra se convirtiera en un foco comercial, los romanos tomaron el control de la ciudad y desviaron todas las rutas comerciales. Los nabateos perdieron todo su poder y toda su riqueza, los romanos construyeron y modificaron algunos elementos de la ciudad como la ampliación del teatro y las columnas de pavimentación de las calles.

En la actualidad se han descubierto tres iglesias que parecen pertenecer a la época en que el cristianismo se expandió por el Imperio Bizantino. La Tumba de la Urna fue convertida en iglesia durante esa época. Con las omeyas del año 661 a.C. la ciudad se fue aislando poco a poco y tras varios terremotos, la ciudad quedó completamente abandonada. Por ello, quedó oculta y deshabitada hasta su redescubrimiento en 1812.

Descubrimiento de Petra por Occidente

En 1812 el arqueólogo y explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt consiguió acceder a la ciudad perdida de Petra viajando disfrazado de árabe con un guía. Su conocimiento de la lengua le permitió crear una identidad falsa haciéndose llamar Ibrahim Ibn Abdallah. Fue el primer cristiano occidental en asomarse a las ruinas de Petra después de 600 años en que los jordanos difundieron leyendas y mitos sobre los peligros de la ruta.

Cinco años después de su muerte, en 1822, se publicaron sus memorias sobre su viaje por el desierto de Jordania y el viaje secreto a Petra y muchos otros europeos quisieron descubrir la misteriosa ciudad de Petra. Así fue como los dibujos y grabados llegaron a Europa y dieron relevancia a la ciudad de forma lenta pero segura. Hoy en día, la ciudad de Petra es una de las siete maravillas del mundo y desde 1985 es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

¿Qué ver en Petra?

Ahora que sabes cómo y cuándo se construyó la ciudad de Petra, hay ciertos monumentos y experiencias que debes conocer si tienes pensado visitar Jordania o si te apasiona la arqueología:

  • Una de las zonas más asombrosas es la entrada a la ciudad: Siq. Un estrecho cañón de aproximadamente un kilómetro de longitud con acantilados de hasta 80 metros de altura. Al final de este recorrido se encuentra la conocida fachada tallada en la roca Al-Kazneh (El Tesoro), una estructura que deja sin aliento a todo el que la ve.
  • El Gran Teatro construido en estilo romano es una de las piedras angulares de Petra. Con capacidad para más de 3.000 personas, el monumento también está excavado en la roca rojiza de Petra.
  • Las Tumbas Reales son otro de los sitios que no debe perderse en Petra, aunque sólo quedan unas pocas tras la sucesión de terremotos que se produjeron durante la época omeya.
  • Si tiene la oportunidad, debe experimentar la verdadera vida de Petra. Podrá tomar el té con los habitantes e incluso dormir en un campamento beduino. Una experiencia inolvidable.
  • Realice un circuito nocturno en Petra iluminado con velas y luces. Un verdadero espectáculo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.