El tema del episodio del lunes de Red Table Talk se centró en el perdón. Jada Pinkett Smith, su hermano, Caleeb Pinkett, y su hija, Willow, hablaron de cómo afrontar las relaciones familiares que les causaron dolor.
Jada y Caleeb dedicaron mucho tiempo a hablar de la vida y la muerte de su padre ausente, Robsol Pinkett Jr, que luchó contra la adicción a las drogas. Ambos recordaron que Rob les dijo que no podía ser un padre para ellos.
“Prefiero drogarme que ser tu padre”, dijo Jada Pinkett Smith que le dijo su padre a los 7 años.
Caleeb estuvo de acuerdo, relatando la vez que su padre le dijo: “No puedo ser tu padre. Soy un criminal, soy un adicto, y eso es lo que es”.
“Cuando murió de esa sobredosis, recibí la llamada de Caleeb, y lo más difícil de que muriera así fue que él y yo habíamos tenido una horrible pelea cuando me enteré de que había recaído”, dijo Jada.
La actriz dijo que “sentía mucha culpa” por esa pelea, pero “me di cuenta de que no había nacido para ser mi padre”, dijo. “No era lo único para lo que estaba aquí. Es una persona primero, con su propio viaje”.
Jada le preguntó a su hija si había alguien a quien tuviera que perdonar. Willow dijo que le costó perdonar a sus padres, especialmente a su padre, Will Smith.
La adolescente dijo que fue especialmente difícil perdonarlo porque fue duro con ella para que siguiera una carrera musical después del éxito de su single de 2010, “Whip My Hair”.
“Fue sobre todo papá porque fue muy duro en ciertos momentos”, dijo Willow. “Fueron como un par de años, tratando de recuperar la confianza por no sentir que no me escuchaban o que a nadie le importaba lo que sentía durante ese tiempo”.
Señaló la importancia de aprender a perdonarse a sí misma, lo que todos en la mesa coincidieron en que era un paso crucial para superar el dolor.
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