La historia trata del desarrollo de una serie de ordenadores, Multivac, y de sus relaciones con la humanidad a través de los cursos de siete escenarios históricos, comenzando en el día de 2061 en que la Tierra se convierte en una civilización planetaria. En cada una de las seis primeras escenas, un personaje diferente plantea al ordenador la misma pregunta, cómo puede evitarse la amenaza que supone para la existencia humana la muerte por calor del universo: “¿Cómo puede disminuirse masivamente la cantidad neta de entropía del universo?” Eso equivale a preguntar: “¿Puede invertirse el funcionamiento de la segunda ley de la termodinámica (utilizada en la historia como el aumento de la entropía del universo)?” La única respuesta de Multivac, después de mucho “pensar”, es “INSUFICIENTE INFORMACIÓN PARA UNA RESPUESTA SIGNIFICATIVA”
La historia salta hacia adelante en el tiempo a épocas posteriores del desarrollo humano y científico. En cada era, alguien decide plantear la “última pregunta” definitiva sobre la inversión y disminución de la entropía. Cada vez que el descendiente de Multivac se hace la pregunta, se encuentra incapaz de resolver el problema, y todo lo que puede responder es (lingüísticamente cada vez más sofisticado) “HAY HASTA AHORA INSUFICIENTES DATOS PARA UNA RESPUESTA SIGNIFICATIVA.”
En la última escena, el descendiente divino de la humanidad, el proceso mental unificado de más de un trillón, trillón, trillón de humanos que se han extendido por todo el universo, observa cómo las estrellas se apagan, una a una, mientras la materia y la energía terminan, y con ellas, el espacio y el tiempo. La humanidad plantea la pregunta de la entropía por última vez a AC, el último descendiente de Multivac que existe en el hiperespacio más allá de los límites de la gravedad o el tiempo, antes de que la última humanidad se fusione con AC y desaparezca. AC sigue siendo incapaz de responder, pero continúa reflexionando sobre la cuestión incluso después de que el espacio y el tiempo dejen de existir. Finalmente, AC se da cuenta de que aún no ha combinado todos los datos disponibles en todas las combinaciones posibles, por lo que comienza el arduo proceso de reorganizar y combinar hasta el último trozo de información que ha obtenido a lo largo de los eones y a través de su fusión con la humanidad. Finalmente, AC descubre la respuesta – que la inversión de la entropía es, de hecho, posible – pero no tiene a nadie a quien informar, ya que el universo está muerto. Por lo tanto, decide responder mediante una demostración. La historia termina con el pronunciamiento de AC:
Y AC dijo: “¡QUE SE HAGA LA LUZ!” Y se hizo la luz–