Aunque estudios anteriores han establecido que el omega-3 y la vitamina D son beneficiosos para mejorar la función cognitiva y el comportamiento, se desconocían los mecanismos exactos relacionados con ello.
El coautor del estudio, el Dr. Bruce Ames, del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Oakland (CHORI), sugiere que los ácidos grasos omega-3, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), y la vitamina D actúan conjuntamente para mantener niveles saludables de serotonina en el cerebro.
“Esta sinergia de los omega-3 y la vitamina D puede explicarse en parte por sus efectos en el sistema de la serotonina: la vitamina D regula la síntesis de serotonina, el EPA influye en la liberación de serotonina y el DHA mejora la accesibilidad de los receptores de serotonina incrustados en la membrana”, dice el estudio.
Según los investigadores, los niveles bajos de serotonina en individuos normales se asocian a un comportamiento antisocial, a un mayor comportamiento agresivo incontrolado y a autolesiones.
El estudio, publicado en la revista FASEB Journal, también sugiere que las enfermedades mentales son menos frecuentes entre las mujeres debido a un efecto protector proporcionado por los estrógenos, que aumentan la síntesis cerebral de serotonina.
Suplementación: ‘práctica y relevante’
Según Ames, muchos enfermos mentales tienen carencias de micronutrientes, en particular de vitamina D y ácidos grasos omega-3.
“Esto puede explicar por qué la suplementación con estos micronutrientes esenciales ha demostrado ser eficaz para tratar los síntomas asociados al TDAH, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, el comportamiento impulsivo, la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo”, afirman.