¿Alguna vez se ha despertado con un calambre en el cuello tan intenso que apenas podía girar la cabeza? El dolor de cuello, que afecta a la mitad de los adultos estadounidenses cada año, es uno de los motivos más comunes de visita al médico. Sin embargo, el dolor suele tratarse en exceso con pruebas de imagen, fármacos, inyecciones y cirugía, que no ayudan mucho a largo plazo. Esto es lo que debe saber.
El esfuerzo de sostener la cabeza de 10 a 12 libras año tras año hace que su cuello sea vulnerable a las lesiones. El dolor puede producirse después de dormir en una posición incorrecta, acunar el teléfono durante demasiado tiempo, pasar horas encorvado frente al ordenador o simplemente llevar una maleta pesada. Otras causas comunes son la artritis, el cáncer y las colisiones automovilísticas por detrás que provocan un latigazo cervical.
Cuando aparece el dolor de cuello, su primera inclinación puede ser pedir a su médico una radiografía, un TAC o una resonancia magnética. Pero en la mayoría de los casos, el dolor de cuello leve desaparece en dos o tres semanas con o sin una prueba de imagen, dice Zacharia Isaac, jefe de división para el cuidado de la columna vertebral y el manejo del dolor en el Hospital de Rehabilitación Spaulding en Boston. Así que esas pruebas no suelen ser necesarias, dice Isaac, aunque “aumentan enormemente los costes de la atención sanitaria”.
Además, las radiografías y las tomografías computarizadas le exponen a una radiación potencialmente cancerígena. El riesgo es pequeño, pero es mejor evitar la radiación siempre que sea posible. Aunque las resonancias magnéticas no suponen ese riesgo, sí detectan anomalías discales en más del 80 por ciento de las personas mayores de 60 años. Suelen no estar relacionadas con el dolor, pero su hallazgo suele conducir a la realización de pruebas de seguimiento y al tratamiento.
Debe someterse a una prueba de imagen si tiene un dolor moderado que dura más de seis semanas o si presenta alguno de los siguientes síntomas: antecedentes de cáncer; fiebre, escalofríos o pérdida de peso inexplicable; entumecimiento o pérdida de fuerza en brazos o manos; o una infección reciente. Acuda a un servicio de urgencias si su dolor se debe a una caída reciente o a un accidente de coche.
Los ejercicios pueden ser incluso más eficaces que los medicamentos recetados, según demuestran los estudios. También considere:
Medicamentos de venta libre. El paracetamol (Tylenol y genérico), el ibuprofeno (Advil y genérico) y el naproxeno (Aleve y genérico) funcionan mejor que los relajantes musculares recetados, según sugieren las investigaciones.
Calor. Aplíquelo durante 10 o 15 minutos periódicamente durante el primer día aproximadamente, utilizando una almohadilla térmica, una toalla caliente o una manta eléctrica, o tomando un baño o ducha caliente.
Dormir bien. Acuéstese boca arriba con una o más almohadas bajo las rodillas y otra almohada pequeña bajo el cuello. Si el dolor de cuello le impide dormir, un collarín cervical puede ayudarle a mantener el cuello alineado. Pero usarlo durante el día puede debilitar los músculos del cuello.
Fisioterapia. Puede ayudar cuando el dolor es persistente. Los estudios demuestran que una o tres sesiones pueden ser tan eficaces como cinco. Si la prueba, comente con su terapeuta cómo mejorar su postura al hablar por teléfono o utilizar un ordenador.
Terapia de “conversación”. Un terapeuta cognitivo-conductual puede enseñarle algunas de las técnicas de relajación y reducción del estrés que han demostrado proporcionar un alivio a corto plazo del dolor de cuello.
Acupuntura. Un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine el año pasado descubrió que la acupuntura aliviaba sustancialmente el dolor de cuello en personas con síntomas crónicos.
La manipulación de la columna vertebral, o atención quiropráctica, puede ayudar a aliviar el dolor lumbar, pero no ha demostrado ser tan eficaz para el dolor de cuello. Y en raros casos, puede desencadenar accidentes cerebrovasculares potencialmente mortales.
La tracción cervical (cuando un fisioterapeuta tira del cuello) no ayuda a reducir las molestias, según han demostrado los estudios.
Inyecciones. Las inyecciones repetidas de corticosteroides pueden debilitar los músculos del cuello. Y las inyecciones de Botox no son más eficaces que las inyecciones de placebo.
La cirugía no ayudará si el dolor es sólo en el cuello o es causado por la artritis. Si el dolor se irradia hacia los brazos, la cirugía puede proporcionar cierto alivio, aunque la fisioterapia parece ser igual de eficaz después de dos años.
Para obtener información sobre el dolor de espalda, visite ConsumerReports.org/cro/backpain.