Nuestro sistema inmune es uno de los más importantes a la hora de permitirnos la supervivencia, dado que gracias a él somos capaces de combatir infecciones y problemas derivados de la invasión de microorganismos y sustancias con potencial nocivo procedentes del entorno.
Sin embargo, dicho sistema en ocasiones reacciona de manera desproporcionada y errónea a estimulaciones en principio no peligrosas, a las cuales adquirimos alergia. Y lo que las causa o el tipo de reacción que genera puede variar enormemente.
Es por ello que podemos hablar de una gran variedad de tipos de alergias, las cuales pueden clasificarse en función de diversos criterios. A lo largo de este artículo vamos a mostrar algunas de las principales tipologías, además de indicar algunas de las más frecuentes.
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- ¿Qué es una alergia?
- Tipos de alergias según la vía de contacto
- 1.1. Alergias por inhalación
- 1.2. Alergias por contacto
- 1.3. Alergias por ingestión
- 1.4. Alergias por inoculación
- Según su sintomatología
- 2.1. Respiratorias
- 2.2. Cutáneas/dermatológicas
- 2.3. Nasales
- 2.4. Oculares
- 2.5. Digestivas
- Tres variedades frecuentes según el momento o lugar de exposición
- 3.1. Alergia estacional
- 3.2. Alimentaria
- 3.3. Medicamentosa
- 3.4. Ocupacional
- Algunas de las más frecuentes
- Al polen
- A los ácaros
- Alimentarias
- A la caspa animal
¿Qué es una alergia?
Denominamos alergia a un proceso de origen biológico a través del cual el contacto o consumo con una sustancia o elemento determinado desencadena una reacción masiva de nuestro sistema inmune, el cual identifica dicho elemento como un tóxico o sustancia nociva a la que intentar expulsar.
Se trata de una respuesta generada por una hipersensibilización de nuestro organismo hacia el estímulo en cuestión, el cual recibe el nombre de alérgeno, y que provoca que nuestros glóbulos blancos sintetizan anticuerpos para combatir contra dicho elemento. Hay que tener en cuenta sin embargo que para hablar propiamente de alergia es necesario que estemos ante una reacción generada por el contacto inmediato con algún tipo de sustancia exógena, estando de otro modo ante otros tipos de hipersensibilidad o trastorno (si bien muy semejante).
La exposición a este alérgeno genera una reacción por parte de nuestro sistema inmune desproporcionada y excesiva en relación al peligro real que puede suponer el estímulo en cuestión, sea porque el estímulo al que se reacciona o alérgeno es en realidad innocuo para nosotros o bien porque la reacción corporal resulta desproporcionada para el peligro real que representa (como por ejemplo el veneno de una abeja).
Las reacciones a dicha exposición pueden generar una gran variedad de efectos sobre el organismo que pueden ser desde leves (siendo estos los más habituales) hasta mortales (en casos de anafilaxis no tratadas a tiempo), siendo un problema de salud de primer orden que pese a que suele ser infravalorado puede tener severas consecuencias o generar dificultades en el día a día de quienes las sufren.
A su vez las alergias son unas de las problemáticas más comunes, siendo la causa habitual de algunas afecciones muy habituales en la mayoría de la población y calculándose que hasta el 40% de la población podría padecer algún tipo de alergia. En cuanto a qué nos la puede generar se puede encontrar una gran variabilidad de sustancias y estímulos (algunos más frecuentes que otros) que nuestros sistemas inmunes pueden llegar a identificar como peligrosos, así como el tipo de reacción o la vía por la cual puede llegar a nosotros. Es por ello que podemos hablar de varios tipos de alergias.
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Tipos de alergias según la vía de contacto
Una posible forma de clasificar las alergias la podemos encontrar en el medio a través del cual el alérgeno entra en contacto con el organismo. En este sentido encontramos tres grupos principales de alergias.
1.1. Alergias por inhalación
Se entiende como tal aquel tipo de alergias en las que la sustancia alérgena se introduce en nuestro organismo a través de la inhalación de aire, por vía respiratoria o nasal. Suele tratarse de pequeñas partículas de sustancias tales como polen, polvo o ácaros.
1.2. Alergias por contacto
Este tipo de alergias es el que se produce cuando es el contacto directo a nivel físico con una sustancia la que nos genera una reacción alérgica. Es habitual que genere sintomatología a nivel dermatológico y es frecuente por ejemplo en la alergia a animales.
1.3. Alergias por ingestión
Las alergias por ingestión son todas aquellas en que el sistema inmune reacciona de manera virulenta al identificar como patógeno a una sustancia que hemos consumido. Se trata de uno de los tipos de alergia que suele tener mayor potencial para generar daños graves y anafilaxis. Habitualmente hablamos de alergias a alimentos o fármacos.
1.4. Alergias por inoculación
Semejante a la anterior, en este caso estamos hablando de sustancias que son introducidas en nuestro interior mediante vías como la endovenosa. Suele tratarse de alergias a medicamentos (incluyendo anestesias) o drogas que no se consumen oralmente. Probablemente es la más peligrosa de todas, dado que el alérgeno se introduce de forma directa en el sistema circulatorio y la reacción puede darse de manera generalizada en todo el organismo o en partes relevantes para la supervivencia.
Según su sintomatología
Otra forma de clasificar las alergias la podemos encontrar si empleamos como criterio diferenciador el tipo de sintomatología que genera la exposición al alérgeno. En este sentido, podemos encontrar principalmente los siguientes tipos de alergias.
2.1. Respiratorias
Las alergias respiratorias son unos de los tipos de alergias más frecuentes que existen, entendiéndose como tales aquellas que generan una afectación a nivel del proceso de la respiración. Generalmente los problemas se encuentran a nivel pulmonar o en las vías respiratorias, dificultando la respiración normal del sujeto y provocando problemas como toses, problemas de bronquios, asma o silbidos al respirar. Suele estar causada por alergias por inhalación, aunque no es imprescindible.
2.2. Cutáneas/dermatológicas
Junto a las alergias respiratorias son el tipo de reacción alérgica más frecuente. Es habitual de las alergias por contacto, pero también se presenta a menudo en alergias por ingestión o inoculación. En este caso el tipo de sintomatología más habitual es la aparición de algún tipo de erupción cutánea, úlcera, llaga, urticaria, eccema o prurito. Es el caso de muchas dermatitis.
2.3. Nasales
De las más visibles, es el tipo de reacción alérgica que genera estornudos, mocos o picor nasal. A menudo objeto de confusión con catarros o gripes, suele proceder al igual que los síntomas respiratorios de la inhalación del alérgeno.
2.4. Oculares
La conjuntivitis, el lagrimeo y el pico ocular son reacciones alérgicas a nivel ocular que suelen aparecer ante alérgenos que entran en contacto con nuestros ojos.
2.5. Digestivas
Otro tipo de reacciones alérgicas son las digestivas, las cuales pueden generar diarrea, vómitos, inflamaciones o otros problemas gastrointestinales. Es habitual de las alergias alimentarias, aunque también aparecen en otros tipos de alergia.
Tres variedades frecuentes según el momento o lugar de exposición
Además de los anteriores tipos de alergias, también podemos encontrar tres variedades muy frecuentes en función del tipo de situación, momento o lugar específico en el que se suele producir el contacto con el alérgeno.
3.1. Alergia estacional
Las alergias estacionales son un tipo de alergia altamente conocida y muy habitual, en la cual el estímulo al que se es alérgico tiene tendencia a aparecer en algún momento o período concreto del año. Uno de los ejemplos más evidentes es la alergia al polen, que suele generar más dificultades durante la primavera.
3.2. Alimentaria
Las alergias alimentarias son un grupo de alergias que tienen como particularidad el hecho de que el alérgeno en cuestión es un producto o sustancia que generalmente puede ser consumido por el ser humano y que puede ser nutricionalmente beneficioso, pero que en la persona en cuestión desencadena una reacción peligrosa con potencial mortal.
Es posible que haya habido un periodo de tiempo en que el sujeto podía comer con normalidad el producto en cuestión, antes de que le adquiriera alergia. Entre ellas encontramos alergias como la producido por los frutos secos o el marisco.
3.3. Medicamentosa
Este tipo de alergia hace referencia a la presencia de una reacción extrema y adversa por parte del sistema inmune a sustancias a priori diseñadas para curarnos o ayudarnos a superar algún tipo de dolencia o enfermedad. Se trata de uno de los tipos más peligrosos y que requiere de extremo cuidado a la hora de escoger y administrar fármacos, puesto que puede agravar la situación del paciente o incluso llegar a provocar la muerte.
3.4. Ocupacional
Denominamos como alergia ocupacional al tipo de trastorno o alteración alérgica generada por algún tipo de estímulo procedente de nuestra ocupación o entorno laboral. Este tipo de alergia puede aparecer por cualquier vía de contacto o manifestarse de diferentes maneras, si bien lo más habitual es su aparición por vía respiratoria o cutánea, y lo que resulta definitorio es que es generado por alguna sustancia propia del lugar de trabajo.
Un ejemplo podría ser la aparición de una alergia en trabajadores que realicen la manipulación de químicos o alimentos en fábricas o durante investigaciones, estando en continuo contacto con los alérgenos.
Algunas de las más frecuentes
Tal y como hemos dicho existe una amplia variedad de estímulos que pueden desencadenar una alergia, dado que la alergia depende de a qué y cómo se hipersensibilize nuestro propio sistema inmune: las hay desde tan comunes como la alergia a las gramíneas hasta otras tan poco habituales como la alergia al semen o incluso al agua. De cara a concluir este artículo, veremos cuatro de las alergias más frecuentes.
Al polen
Una de las alergias más habituales y generalmente de carácter estacional es la que tiene como alérgeno el polen de determinadas plantas. Habitualmente genera problemas nasales, cefaleas y problemas para respirar con normalidad.
A los ácaros
Unas pequeñas criaturas altamente frecuente en lugares como nuestras camas y sábanas, suele generar problemas respiratorios y nasales. También suele asociarse al polvo.
Alimentarias
Si bien en este caso estamos incluyendo una categoría bastante amplia, hemos considerado necesaria incluirla dado la elevada prevalencia de las alergias alimentarias en general. Destacan la alergia a los frutos secos, la alergia al marisco, la alergia a los lácteos (importante no confundir con intolerancia, que no es lo mismo) o la alergia a las frutas exóticas.
A la caspa animal
Causante de problemas respiratorios y también con posibilidad de generar problemas dermatológicos, la alergia a la caspa de los animales con pelo es una de las más habituales. Afortunadamente para aquellos que a pesar de ser alérgicos quieren hacerse cargo de una mascota, existen animales cuyo pelaje o ausencia de él dificulta la existencia de caspas u otras sustancias alérgenas.