Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Resumen

Karl Niebuhr
Karl Niebuhr

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2 de enero, 2017 – 6 min read

Este es uno de los libros más inspiradores e impactantes jamás escritos

.

“Los problemas importantes a los que nos enfrentamos no pueden resolverse con el mismo nivel de pensamiento con el que los creamos.”
~ Albert Einstein

El cambio viene de adentro hacia afuera

No puedes tomar atajos para un verdadero crecimiento personal. Podrías dominar algunas habilidades externas como la comunicación y las técnicas de gestión del tiempo, pero para cambiar fundamentalmente tienes que cambiar tu carácter.

El verdadero cambio viene de dentro a fuera. Tratar de dominar técnicas externas sin alterar tu pensamiento y a ti mismo como persona, no traerá muchos frutos.

El enfoque “de adentro hacia afuera” significa comenzar a mejorarte a ti mismo, lo que significa trabajar en tu carácter y tus paradigmas.
Por ejemplo:
Para crear un matrimonio más feliz, sé la persona que crea la energía positiva necesaria para crear un matrimonio más feliz en lugar de potenciar la energía negativa.

Si quieres tener un adolescente más cooperativo y agradable, sé un padre más comprensivo, empático y cariñoso.

Si quieres que la gente confíe más en ti, sé más digno de confianza para la gente.

El enfoque de adentro hacia afuera dice que es inútil tratar de lograr mejores relaciones (algo externo) sin haber cambiado lo interno (tu carácter).

Hábito 1: ser proactivo

Las personas proactivas deciden cómo responder a las circunstancias externas. Las personas reactivas reaccionan según las situaciones externas.

Las personas proactivas asumen la responsabilidad y el control de su destino. Dicen cosas como “Encontraré una solución a este problema”.

Las emociones de las personas reactivas dependen de su entorno, por ejemplo, del tiempo. Culpan a las circunstancias externas en lugar de asumir la responsabilidad. Dicen cosas como “Es responsabilidad del gobierno” o “No fue mi culpa”.

Una persona proactiva tiene claras sus metas a largo plazo y alinea todo para lograrlas. Haz una lista de tus objetivos, escríbelos. Escribir tus objetivos es como tu declaración de misión, aclara tu dirección.

Hábito 2: Empieza con el fin en mente

Tenga claros sus objetivos. Si no tienes un plan claro para tu vida, probablemente caerás en el plan de otra persona. Tus acciones diarias deben estar alineadas con ellos.

Visualiza el resultado de tus objetivos y acciones con la mayor claridad y precisión posible antes de pasar a la acción. Cuanto más realista sea tu imagen mental de la acción, mejor será la ejecución y los resultados.

Hábito 3: Poner lo primero en primer lugar

Si quieres cumplir tu misión, tienes que vivirla día a día. Asegurar el cumplimiento de tu misión sólo puede ocurrir si le das la máxima prioridad.

Poner lo primero en primer lugar significa priorizar rigurosamente. Las cosas importantes, las que te acercan a tus objetivos finales, son las primeras de las que te ocupas. El resto, las cosas menos importantes, se tratan más tarde o se delegan.

La planificación diaria suele ser demasiado estrecha y corta de miras y no deja suficiente espacio para la flexibilidad. La planificación semanal o mensual ofrece una mejor perspectiva de sus objetivos y deja espacio para ajustar los detalles según sea necesario y más conveniente.

Piense de forma preventiva para evitar que las tareas se conviertan en urgentes.

Hábito 4: Piense en ganar/ganar

La mayoría de la gente piensa que tiene una mentalidad de escasez. Es decir, pensar que todo es un juego de ganar y perder, de suma cero. Ven cada situación como una competición, en la que el ganador se lo lleva todo, y el perdedor poco o nada.

El problema de esa mentalidad es que a menudo acaba siendo una situación de “perder-perder”. Ambas partes pierden porque están más centradas en asegurarse de que la otra parte fracase, aunque eso signifique que tienen que perder ellos mismos.

Perder-perder es también la filosofía de las personas dependientes sin dirección interior. Estas personas suelen preferir que nadie gane nunca porque así, al menos, no son los únicos que se sienten desgraciados.

En la mayoría de las situaciones, sin embargo, no hay necesidad de competir. Hay suficiente para todos, y es mucho mejor trabajar para conseguir una situación en la que todos ganen. La mayor parte de la vida requiere cooperación, trabajar juntos como un equipo, para el beneficio mutuo.

Cambia tu mentalidad a la Mentalidad de la Abundancia. La Mentalidad de la Abundancia significa pensar en términos de suficientes posibilidades y opciones para todos. Una persona con la Mentalidad de la Abundancia tiene un profundo sentimiento de seguridad y valor personal.

Una buena manera de comprobar si tienes una Mentalidad de la Abundancia es observar tu reacción hacia el éxito de los demás. ¿Te alegras cuando otros tienen éxito? Si la respuesta es afirmativa, entonces es probable que pienses en términos de “ganar-ganar”.

Hábito 5: Busca primero entender, luego ser entendido

La comunicación es una de las habilidades más importantes en la vida. Pero la mayoría de la gente nunca ha aprendido a escuchar. La mayoría de las personas tratan de ser entendidas primero. Desean tanto transmitir su punto de vista que a menudo ignoran por completo lo que la otra persona tiene que decir o filtran selectivamente para escuchar sólo las partes que quieren oír, malinterpretando el verdadero significado. ¿Por qué ocurre esto?

Porque la mayoría de la gente escucha con la intención de responder, no de entender.

No se puede llegar a una solución antes de hacer un diagnóstico. Para entender a los demás (hacer un diagnóstico) primero hay que escuchar con atención y con empatía. Luego plantear una solución.

Si escuchas con la intención de responder lo estás haciendo mal. He aquí un ejemplo si una mamá que escucha con la intención de responder, es decir, con una prescripción antes de hacer un diagnóstico.

Mamá: “Cariño, cuéntame por qué te sientes mal, sé que es difícil pero intentaré entenderlo.”
Hija: “No estoy segura mamá. Pensarás que es una estupidez”
Mamá: “Oh vamos, nadie se preocupa por ti tanto como yo, puedes decírmelo”
Hija: “Pues ya sabes, ya no me gusta el colegio.”
Mamá: “¿QUÉ? Después de todos los sacrificios que hemos hecho por ti? Te hemos dado todo lo necesario para que salgas adelante, ¡y tú no lo valoras! Si estudiaras como lo hace tu hermana mayor, estarías bien. Cambia de actitud y esfuérzate más!”

En este caso, la mamá ni siquiera llegó al PORQUÉ de su hija, sino que se le ocurrió una “solución” prematura que probablemente no ayudará en nada.

A medida que aprendas a escuchar con empatía, aprenderás que hay enormes diferencias en nuestra percepción. Vemos el mundo a través de diferentes paradigmas. Nuestros paradigmas son como lentes, definen cómo vemos el mundo. Pensamos que nuestros paradigmas son los correctos y los vemos como hechos, cuestionando, culpando, desafiando a todos los que “no pueden ver los hechos”

Este tipo de pensamiento no puede acercarnos a situaciones en las que todos ganan. Cuando la otra persona viene de un paradigma diferente, es crucial trascender nuestras percepciones individuales, buscando primero comprender. Una vez que comprendemos a un nivel más profundo, abrimos la puerta a las soluciones creativas.

Para comprender mejor cómo una comprensión profunda ayuda en las negociaciones “win-win” consulta “Puedes negociar cualquier cosa”.

Hábito 6: Sinergia.

Sinergia significa que dos cabezas piensan mejor que una. Representa el trabajo en equipo, la amplitud de miras y la creatividad. La sinergia lleva a unir descubrimientos que serían mucho más difíciles de lograr individualmente. Cada individuo obtiene conocimientos nuevos y más profundos gracias a la interacción con los demás.

El todo es más que la suma de las partes. La interacción y las diferencias entre las distintas partes aportan un crecimiento y unos resultados exponenciales. Los recursos compartidos también compensan las debilidades individuales.

¿Valoras las diferencias entre las personas o deseas que todas estén de acuerdo contigo? No confunda la uniformidad con la unidad y la uniformidad con la unidad. La fuerza puede surgir de las diferencias. Considera las diferencias como el entusiasmo de tu vida.

Hábito 7: Afilar la sierra

Afilar la sierra significa mejorar el mayor activo que tienes, tú mismo.
Dedica algún tiempo a mejorar (afilar) en las cuatro áreas de tu vida cada día.
– Físico: Dieta sana, ejercicio y suficiente descanso.
– Espiritual: Leer, escuchar música, meditar, pasar tiempo en la Naturaleza, servir.
– Mental: Leer, escribir, organizar y hacer planes, enseñar.
– Social/emocional: Aprender a entender a los demás, servir a los demás, ser voluntario.

Sin trabajar en estas áreas principales de ti mismo, te estancarás, tu sierra se desafilará.

Sé proactivo, afila tu sierra cada día.

He leído muchos libros, este es definitivamente mi favorito. Si compras un libro, te recomiendo este.

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