Newsweek explora cómo una dieta holística puede mejorar su vida diaria en este artículo, extraído de una nueva edición especial, Vida espiritual, el secreto de la paz y la felicidad, por el editor del tema Trevor Courneen.
La conciencia es clave en el estilo de vida espiritual, especialmente cuando se trata de ser consciente de lo que se introduce en el cuerpo. Comer con intención -conocer el origen de los alimentos y cómo pueden influir positiva o negativamente en el sistema inmunitario y en las demás defensas del cuerpo- se conoce comúnmente como alimentación holística, y es una parte vital de la práctica de la atención plena y de una vida más conectada. Aquellos que consumen alimentos holísticos pueden incluso descubrir beneficios que pueden ayudarles a lidiar con dolencias y afecciones graves.
El término holístico es ligeramente elástico incluso entre aquellos que practican este tipo de dieta, pero varias directrices esenciales tienden a permanecer intactas a través de las variaciones. Algunos lo ven como una tendencia atractiva con elementos que pueden elegir, mientras que otros se ciñen a una larga lista de lo que se debe y no se debe hacer. Cualquiera que sea el camino que elijas, adherirte a estos fundamentos alimentarios básicos te llevará por el camino de llevar una vida holística.
Agua purificada: Ocho vasos de agua al día es una antigua recomendación para la salud, pero si te aseguras de que el agua está purificada estarás mejor protegido contra la deshidratación.
Crudos: La dieta cruda está haciendo furor en el mundo de la alimentación, ya que cada vez más personas buscan consumir alimentos no procesados. Se sabe que los ingredientes crudos contienen enzimas y nutrientes enriquecidos.
Local: Estar conectado con la fuente en el sentido dietético significa saber de dónde vienen tus alimentos. Los mercados de agricultores son una forma fácil de garantizar la localidad de sus alimentos.
Orgánico: Tal vez el aspecto más popular de una dieta holística, comer orgánico asegura evitar pesticidas, hormonas, antibióticos y otros componentes poco saludables pero comunes de los alimentos.
Granos enteros: El procesamiento resulta problemático para la mayoría de los alimentos, pero sobre todo para los cereales, que pierden muchos nutrientes por el camino. Para conservar los nutrientes naturales, busque panes, arroces y pastas etiquetados como integrales.
Ácidos grasos esenciales: Aunque todo lo que se denomina “graso” puede parecer que debe evitarse, las grasas buenas son necesarias para la nutrición general. Los aceites orgánicos de coco o canola pueden utilizarse como sustitutos saludables para cocinar.
Variedad: Mezclar es una forma segura de reunir una fuerte gama de nutrientes. Pruebe a combinar verduras crudas con carnes locales, cocinadas juntas en un aceite orgánico, por ejemplo.
Con un plan de acción en marcha, los comedores holísticos pueden tratar de abordar las diferentes condiciones que pueden estar obstaculizando sus vidas. La medicina y los tratamientos recetados pueden ser la mejor vía para quienes padecen enfermedades graves, pero dar pequeños pasos por su cuenta puede resultar beneficioso. Es posible que las enfermedades graves no se curen con alimentos holísticos, pero al menos se puede mitigar su potencial de daño adicional.
Este artículo ha sido extraído de la edición especial de Newsweek, Spiritual Living, The Secret to Peace and Happiness (Vida espiritual, el secreto de la paz y la felicidad), por el editor Trevor Courneen. Para obtener más información sobre la vida espiritual, consiga un ejemplar hoy mismo.