Los colores tienen sus propios pesos naturales. El amarillo es un color naturalmente “más ligero”, mientras que el azul y el rojo se consideran naturalmente “más pesados”.
Los colores más oscuros en general se perciben como más pesados. Cuanto más matiz tenga un color (es decir, cuanto más negro se añada a un color), más pesado parecerá. Cuanto más matiz tenga un color (es decir, cuanto más blanco se añada a un color), más claro parecerá. Los colores que aparecen a continuación pertenecen a la misma tonalidad (verde y morado, respectivamente), pero tienen diferentes tintes y matices.