El manejo de la disección aórtica tipo B está experimentando profundos cambios con la TEVAR oportuna aceptada como estrategia de primera línea en el entorno de la disección complicada; con los recientes avances tecnológicos y en manos experimentadas esta intervención se considera segura y salva vidas. Con la capacidad de remodelar la aorta disecada como resultado del andamiaje, se está considerando incluso el tratamiento endovascular preventivo y se apoya en la estabilidad a largo plazo y a menudo en la prevención de la expansión aneurismática. Esta idea y un número creciente de condiciones de riesgo silencioso (hipertensión resistente, trombosis parcial de la falsa luz) pueden reducir el umbral para la TEVAR en pacientes asintomáticos en la fase subaguda. Sin embargo, en la fase crónica de una disección de tipo B, los pacientes no suelen presentar síntomas y la falsa luz en expansión corre el riesgo de romperse. Es probable que las opciones avanzadas de TEVAR (incluidas las bifurcaciones y fenestraciones) se utilicen con más frecuencia que la sustitución quirúrgica abierta de dicho segmento aneurismático de la aorta disecada en esa fase crónica. A todos los pacientes con disección se les debe ofrecer vigilancia de por vida.
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