Hay tres características básicas de las formas de onda sinusoidales (en adelante sinusoides): amplitud, frecuencia y fase.
Como se muestra en el diagrama, la amplitud es la diferencia entre el valor alto y el valor bajo. La forma de onda puede tener diferentes unidades, dependiendo de lo que sea la forma de onda. Si la forma de onda está midiendo una tensión en función del tiempo, entonces la amplitud estará en Voltios; si fuera corriente en función del tiempo, la amplitud estaría en Amperios. La frecuencia es igual a 1 λ {\displaystyle {\frac {1}{\lambda }}
y es una medida de la rapidez de los ciclos de la forma de onda. Si la forma de onda es una función del tiempo, entonces la frecuencia se medirá normalmente en Hertz (Hz). Como la frecuencia es una medida de la rapidez de los ciclos de la forma de onda, a veces (normalmente en los textos más antiguos) se indica la frecuencia como ciclos. Un ciclo equivale a un Hertz. λ es la inversa de la frecuencia y se denomina periodo (normalmente se utiliza una “T” para indicar el periodo). La fase es una medida del “desplazamiento” de la señal con respecto a una señal de referencia. La fase sólo tiene sentido cuando se comparan señales de la misma frecuencia, ya que de lo contrario la fase cambiará en función del tiempo.
En el segundo gráfico, el rojo es una onda sinusoidal y el verde es una onda cosenoidal. Como puede verse, estas formas de onda son idénticas, salvo que una es una versión desplazada de la otra. Observe cómo la función coseno alcanza un pico en 0, mientras que la función seno alcanza un pico en π 2 . {\displaystyle {\frac {\pi }{2}}.
La función coseno alcanza el pico antes y se dice que aventaja a la función seno en π 2 , {\displaystyle {\frac {\pi }{2}},}