Su cuerpo produce interferones de forma natural. Tres formas, alfa, beta y gamma, controlan la actividad del sistema inmunitario. Pero los médicos también pueden utilizar una versión artificial de estas formas para tratar la EM, especialmente los interferones betas (a veces llamados interferones beta o medicamentos de interferón). Los científicos creen que estos interferones betas artificiales reducen la inflamación provocada por el mal funcionamiento del sistema inmunitario. Una menor inflamación se traduce en un menor daño a las vainas de mielina que cubren los nervios y, por tanto, en una reducción de los síntomas de la EM.
Los medicamentos con interferón beta ayudan a que la enfermedad empeore con menos frecuencia y estabilizan su evolución. También pueden ralentizar la rapidez con la que empeoran los síntomas y ayudar a las personas a tener menos discapacidad física con el tiempo. Existen cinco tipos de interferón beta en el mercado de EE.UU. Están aprobados por la FDA para las formas recidivantes de la EM:
Interferón Beta-1A (Avonex). Se toma una vez a la semana en forma de inyección en el músculo. Las personas que empiezan a tomarlo en las primeras fases de la esclerosis múltiple pueden estar más tiempo antes de que comience o empeore cualquier discapacidad física.
Interferón Beta-1A (albúmina) (Rebif). Este medicamento se administra tres veces por semana en forma de inyección bajo la piel.
Interferón Beta-1B (Betaseron, Extavia). Éste se presenta como una inyección que se pone justo debajo de la piel cada dos días.
Peginterferón Beta-1A (Plegridy). Puede tomar este interferón con menos frecuencia que los otros tipos: una inyección justo debajo de la piel cada 2 semanas. La forma en que se fabrica hace que dure más tiempo en el organismo.