Mi primera historia de viaje como estudiante universitario

Las excursiones nos acercaron aún más como grupo. Estas conversaciones informales al azar me ayudaron a deliberar el hecho de que mi sueño no es vago e imprudente. Aquí, la gente entiende y valora la pasión

En los primeros días de agosto, cuando todos parecían no conocerse, la primera excursión a las cuevas de Bhaja nos acercó a todos. Fue una oportunidad para interactuar con mis profesores y mis compañeros de grupo. Olvidando las tareas y las discusiones de los exámenes de clase, todo el mundo se abrió de diversas maneras. Algunos tenían anécdotas de su infancia que compartir, otros tenían asombrosas colecciones de música, algunos estaban dispuestos a mostrar sus talentos, mientras que otros elegían echarse una siesta por el camino. Había algo en mi primer viaje con mis compañeros de hornada y uno de mis profesores favoritos -el Sr. Sagar Kamath- que nunca defraudó mi entusiasmo.

Después de llegar al destino empezó a llover y a nadie le importó empaparse. Para mí, viajar es lo más importante; me acerca a la gente. Llegar a la universidad y tener una oportunidad tan increíble de viajar con los 72 o 73 estudiantes de la tanda, ayudándonos los unos a los otros, bailando juntos, compartiendo comida y escuchando historias de fantasmas, lo que llevó a más experiencias petrificantes, en conjunto fue algo increíble. Por primera vez sentí que no era menos digno de estar donde estaba. La enorme cantidad de conocimientos y talento que cada estudiante tenía que ofrecer me dejó boquiabierta, pero con el tiempo discerní que tengo mucho que aprender no sólo de los profesores y los cursos, sino también de mis compañeros de hornada.

Durante el viaje, todo el mundo se abrió sobre sus sueños y pasiones y también sobre un montón de percepciones erróneas. La primera excursión, y todas las que siguieron, nos unieron aún más como grupo. Las conversaciones me aseguraron que mi sueño de creatividad no era imprudente. Aquí, la gente entendía y valoraba la pasión. Además, me di cuenta de que no podía ser amigo de todo el mundo, pero podía respetar a los que me rodeaban.

Además de las conversaciones informales con los demás, esta excursión me conectó con mi interior. Todas mis dudas sobre mí mismo empezaron a desvanecerse aquí; comprendí lo apasionado que era por viajar y que mi sueño no era improbable y mi duro trabajo hacia el mismo me beneficiaría para lograrlo. Así es como mi primera historia de viaje como estudiante del Centro Symbiosis de Medios y Comunicación inscribió innumerables guiones en mi núcleo.

Artículo de – Kritika Singh Bisen (Batch 2019)

Fotografía de – Mansi Boyatkar (Batch 2019).

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