Misión

Vídeo de Risk Bites

Peligro y riesgo se utilizan a menudo indistintamente, pero existe una diferencia significativa entre ambos términos. Cuando los científicos y los responsables políticos sustituyen descuidadamente uno por otro, la confusión se agrava.

¿Cuál es la diferencia?

Peligro

sustantivo haz-ard \Nha-zərd\

Un peligro es cualquier cosa que pueda causar daño. Como tal, la identificación de un peligro es sólo el primero de una serie de pasos para evaluar el peligro que una sustancia o actividad puede suponer en una circunstancia particular. Por analogía, cualquier masa de agua -un charco, una bañera, un río o un océano- supone un peligro porque alguien puede resbalar, caer o ahogarse en ella. Para tomar decisiones inteligentes, debemos saber más para evaluar si una sustancia o comportamiento es o no peligroso en escenarios del mundo real.

riesgo

sustantivo

Un riesgo es la probabilidad de que un peligro cause daño. Para determinar el riesgo hay que tener en cuenta si una persona está expuesta a una sustancia o actividad, cómo y cuánto. Utilizando la misma analogía con el agua, hay poco riesgo de ahogarse cuando se pisa un charco de agua. Sin embargo, zambullirse en el océano sin saber nadar supone un riesgo importante.

Información sobre riesgos y peligros

Para ilustrar la diferencia entre peligros y riesgos, considere el agua, la gasolina y la conducción. Todos ellos son ejemplos de sustancias/actividades cotidianas que son peligros en función de su potencial para causar daños. El potencial de daño asociado a cada uno de estos peligros se eleva cuando se combinan con acciones de riesgo como saltar al agua sin saber nadar, encender una cerilla cerca de la gasolina o enviar mensajes de texto mientras se conduce.

Una evaluación de riesgos toma un “peligro” conocido y evalúa su impacto en aplicaciones del mundo real (como se ha comentado en la ilustración anterior), teniendo en cuenta factores como la dosis/concentración, las vías de exposición y la probabilidad de exposición para determinar la probabilidad de que un peligro dado suponga realmente un riesgo de daño.

Comprender el riesgo nos permite utilizar de forma segura el fuego, los automóviles y los fogones de nuestra cocina, al tiempo que evitamos las acciones que harían que estos peligros fueran arriesgados.

“El público a veces malinterpreta lo que la IARC quiere decir con sus clasificaciones. La agencia dice que evalúa el “peligro”, es decir, la fuerza de las pruebas sobre si una sustancia o actividad puede causar cáncer de alguna manera. No tiene en cuenta los niveles típicos de exposición o consumo humano. Por lo tanto, no mide el “riesgo” o la probabilidad de que una persona contraiga cáncer a causa de algo.

“La IARC no se pronuncia sobre los niveles relativos de riesgo de contraer cáncer a causa de, por ejemplo, el plutonio o el alcohol; lo que sí dice es que hay pruebas claras de que ambos son capaces de causar cáncer. Por lo tanto, clasifica ambas sustancias en su máxima categoría de cancerígenas.”

– “¿Quién dice que el tocino es malo?” Reuters, 16 de abril de 2016

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.