Los molinos de viento que flotan a cientos de millas en el mar podrían algún día ayudar a satisfacer nuestras necesidades energéticas sin ser una monstruosidad desde tierra firme, según han afirmado hoy los científicos.
Los aerogeneradores en alta mar no son nuevos, pero normalmente se apoyan en torres que tienen que clavarse en el fondo del océano. Esta disposición sólo funciona en profundidades de unos 15 metros o menos, lo suficientemente cerca de la costa como para que sigan siendo visibles.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y del Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL) han diseñado una turbina eólica que puede fijarse a una plataforma flotante. Unos largos cables de acero atarían las esquinas de la plataforma flotante a un bloque de hormigón u otro sistema de amarre en el fondo del océano, como un ancla de barco de alta tecnología. La configuración se denomina “plataforma de patas de tensión”, o TLP, y sería más barata que las torres fijas.
“No se paga nada por estar flotando”, dijo Paul Sclavounos, un profesor de ingeniería mecánica y arquitectura naval del MIT que participó en el diseño.
Las plataformas flotantes se balancearían de lado a lado, pero no se balancearían hacia arriba y hacia abajo. Las simulaciones por ordenador sugieren que, incluso durante los huracanes, las plataformas sólo se desplazarían entre un metro y un metro y medio, y que la parte inferior de las palas de las turbinas giraría muy por encima de la cresta de la ola más alta. Los investigadores afirman que podrían utilizarse amortiguadores similares a los que se emplean para estabilizar los rascacielos durante los vientos fuertes y los terremotos para reducir aún más el movimiento lateral.
Al igual que los molinos de viento en alta mar que se utilizan actualmente, las TLP utilizarían cables submarinos para transportar la electricidad a tierra.
Los investigadores calculan que sus turbinas montadas en flotadores podrían funcionar en profundidades de agua que oscilan entre los 100 y los 650 pies. Esto significa que, en el noreste de Estados Unidos, podrían colocarse entre 30 y 100 millas mar adentro. Como los vientos son más fuertes en alta mar, los molinos flotantes también podrían generar más energía, 5,0 megavatios (MW), frente a los 1,5 MW de las unidades en tierra y los 3,5 MW de las instalaciones convencionales en alta mar.
Para ahorrar dinero, el montaje de los TLP podría hacerse en tierra -probablemente en un astillero- y ser remolcado al mar por un remolcador, dicen los investigadores.
Sclavounos estima que la construcción e instalación de los TLP debería costar un tercio de lo que cuesta instalar los actuales molinos de viento de torre en alta mar. Otra ventaja de utilizar plataformas flotantes es que los aerogeneradores podrían desplazarse. Si una empresa con 400 aerogeneradores en Boston necesita más energía en Nueva York, puede desenganchar algunos de sus molinos y remolcarlos hacia el sur.
Los investigadores planean instalar un prototipo a media escala de su invento al sur de Cape Cod.
“Tendríamos una pequeña unidad ahí fuera para demostrar que esta cosa puede flotar y comportarse como decimos que lo hará”, dijo Sclavounos.
- Power of the Future: 10 formas de dirigir el siglo XXI
- Las 10 mejores tecnologías ambientales emergentes
- Potente nuevo mapa: Dónde sopla el viento
- Se propone un parque eólico de 40.000 hectáreas en Iowa
- La controversia gira en torno al plan de un parque eólico
- Un paso hacia los molinos de viento personales
Noticias recientes